sábado, 30 de julio de 2022

R y Julie, de Isaac Marion

Después del desastre de mi anterior lectura, me decidí por un libro que había tenido críticas muy positivas en su momento y que siempre me había despertado la curiosidad. Incluso recuerdo haber leído el inicio en la muestra gratuita que colgó la editorial y me llamó todavía más. Así, años después, al fin ha tocado el turno a este libro. La cuestión es que, entre medias, ha dado tiempo a que hicieran una película, Memorias de un zombi adolescente (que no he visto aunque lo cierto es que cada vez que veo el tráiler más me pica para hacerlo), y, lo peor, secuelas. Me cansa mucho que libros que están pensados como individuales, de repente, por el éxito, sean estirados cual chicle. Pues estas continuaciones, que no han llegado a salir en español, son The burning world (2017) y The living (2018), además de The new hunger (2013) que funciona como precuela del primero que os reseño hoy y que, por situaros, salió en 2010.

Argumento

El mundo que conocemos ha dejado de existir. Tras años de guerras, destrucción y malas decisiones, todo ha desaparecido quedando en su lugar ruinas y apenas reductos de resistencia humana. Y como colofón a los actos que han generado este desastre, una plaga ha provocado que los muertos se levanten de sus tumbas. Todo el mundo tiene este mal así que, ya sea por mordedura de estos seres o cualquier otro tipo de muerte, salvo que se destroce el cerebro, al morir, el destino es levantarse convertido en zombi.

R es un zombi que ya no recuerda nada de su vida pasada, ni siquiera su nombre del que sólo tiene la impresión de que empieza por esa letra. "Vive" en un aeropuerto con otros cientos de muertos entre los que destaca su amigo M. Junto a otros de su clase salen a cazar carne humana de los vivos que quedan para poder seguir "viviendo".

Sin embargo, algo cambia durante una de esas cacerías. R y otros muertos encuentran a un grupo de jóvenes y consigue alimentarse de uno de ellos. Es entonces cuando un aluvión de imágenes se apodera de su mente y comienza a ver el pasado del joven, Perry, a través del cual conoce a Julie, su novia. De alguna manera, su consciencia despierta y siente que debe proteger a Julie por encima de todo. La cubre de sangre de zombi para tapar su olor y se la lleva, en estado de shock, al aeropuerto. Ese lugar no es seguro para ella y tendrá que irse antes de que la descubran otros zombis y quieran comérsela, aunque para entonces algo parece haber surgido entre ellos.

Reseña

R y Julie es un libro de género zombi pero hay que reconocerle algo y es el punto original que tiene, la vuelta de tuerca que le da a estas criaturas. No son meros cadáveres andantes que sólo tienen el impulso de comerse a los vivos. Los zombis de esta historia aún mantienen cierta capacidad de hablar, se estructuran en algo parecido a una sociedad con roles como cazadores o profesores de zombis pequeños que no han desarrollado instinto de caza, además de rituales como "matrimonios". En esto, claro, hay grados, y los hay que tienen algo más de consciencia y los que menos, los que por algún motivo se pudren antes y los que tardan más. Es muy surrealista el planteamiento, desde luego. Si se le quiere dar una oportunidad al libro al menos hay que abrir la mente en este sentido y no aferrarse al concepto purista de lo que son estos seres. No obstante, ya os digo yo que no es lo más raro que tiene el planteamiento de la historia.

Un poco relacionado con esto plantea algo interesante: el porqué comen seres humanos. Y es que necesitan la vida de los que devoran para seguir moviéndose. Además, el premio gordo son los cerebros que, al comerlos, les permiten tener destellos de la vida de esa persona y recordar lo que era estar vivo por unos instantes.

Me parece interesante destacar que, aparte de los zombis como tal, hay otra clase de zombis, los "huesudos", aquellos que ya no tienen carne apenas y son muy perturbadores. Algo así como zombis veteranos que parecen tener una inteligencia superior y saber más de la plaga que nadie. Todo lo que los rodea es misterioso y un tanto escalofriante.

Con esta propuesta de zombis diferente a lo habitual tenemos de protagonista a R que cuenta la historia en primera persona. Sí, estamos dentro de su mente todo el rato y resulta ser todo un filósofo. Realmente, lo más interesante del libro es todo el conjunto de reflexiones que se hacen al respecto de la vida, los recuerdos, la personalidad, el mundo, la música... Esto, junto a la prosa del autor, poética y profunda, hacen una lectura reflexiva y preciosa por momentos.

Por otro lado, el autor hace su particular homenaje a Romeo y Julieta, de William Shakespeare. Están los guiños en los nombres (R - Romeo; Julie - Julieta; M - Mercurio; Perry - Paris), el amor imposible (familias enfrentadas vs zombi x humana) y alguna escena que puede traer reminiscencias al clásico como la del balcón. Supongo que habrá quien considere una herejía y un horror mezclar zombis con esta historia. Aún así, recuerdo que ya hicieron algo similar con Orgullo y Prejuicio añadiéndole zombis a la trama, una ya está curada de espanto. Al menos aquí son meras referencias. Sea como sea, tenemos un romance extraño entre un zombi filósofo y una humana que me ha dejado bastante igual. Julie la verdad es que no destaca especialmente, aunque tiene algunos buenos momentos que no le niego.

Con estos elementos, a cada cual más extraño, tenemos un desarrollo que, me temo, va de más a menos. El planteamiento inicial, lo original de tener al zombi como protagonista, es lo que engancha y es un inicio sorprendente y bastante bueno. El problema es cómo evoluciona todo, volviéndose algo aburrido y lento de más en la parte intermedia y con un giro cursi demasiado fantasioso de cara al desenlace. Van destripes. Al final la plaga zombi no es, como siempre se ha planteado, un virus extraño sino que resulta ser una maldición para los humanos por haber destruido el mundo, un castigo. Una maldición que, oh, sorpresa, rompe la pareja protagonista con el poder de su amor. Y si no era todo bastante raro, tras besarse al final del libro, R vuelve a ser humano, le palpita el corazón y sangra con sangre roja. Y no sólo él, con el amor de la pareja otros zombis empiezan a "deszombidificarse". ¿Por qué? Ni idea, nada tiene explicación. Así, el libro se convierte en una fábula, un cuento con enseñanza, pero demasiado extraño y carente de explicaciones. El autor deja las cosas en el aire porque supongo que no podía dar nada mínimamente coherente para intentar dar sentido a lo que no lo tiene. No sé si en las secuelas lo hará pero dado que la segunda parte salió siete años después del primero, algo me dice que sólo pretendía estirar una trama cerrada. Lo voy a considerar como lo que era originalmente, un libro único, y voy a ignorar la existencia de las continuaciones. Se puede hacer sin tener la sensación de que al libro le falte algo.

Otro detalle que escama es lo fácilmente que se perdona y se asimila que R se comiese a Perry. Nadie se lo tiene en cuenta, ni siquiera el mismo Perry en sus ¿diálogos? mentales con R. Ni Julie. Ni Nora, amiga de ésta. Encima hasta se justifica porque él había tirado la toalla con respecto a ese mundo tras la muerte absurda de su padre.

Me da un poco de pena el regusto agridulce del libro porque tiene la enorme virtud de ser original, algo muy difícil en estos tiempos, además de contar con un buen inicio, interesantes reflexiones, toques de humor negro muy divertidos y las justas escenas macabras para recordar el tipo de seres que son los zombis. Sin embargo, según avanzaba, más cosas chirriaban, más absurdo era todo y más forzado me parecía el punto al que quería llegar el autor. Con todo, por la prosa y por conocer a un zombi tan peculiar como R bien ha merecido la pena darle una oportunidad. 

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