Almas gemelas, de Elizabeth Chandler

Érase una vez, hace ya mucho tiempo, los blogs literarios eran quizás la principal forma de publicidad que tenían las editoriales para sus lanzamientos, sobre todo de demografía juvenil a partir del boom de Crepúsculo. Mostrar las compras con algún breve comentario para hacer posteriormente una reseña más o menos en profundidad era un "boca a oreja" virtual que funcionó muy bien. Prueba de ello es la cantidad de libros que se enviaban a quienes llevaban los blogs de más éxito, tanto para sí mismos, para hacer reseñas, como para realizar sorteos o concursos. El libro que hoy reseño es precisamente uno de los que tuvo una de esas potentes campañas de promoción. Participé en los sorteos de cinco blogs (como podéis ver aquí), aunque seguramente habría más, y lo gané de este modo. Como veis, corría el año 2011, ya ha llovido y con las redes sociales, el peso de los blogs fue decayendo. Ahora soy de las pocas que mantiene este espacio con la forma de hacer de entonces.

El libro en cuestión es una trilogía completa publicada aquí en un único volumen. Decisión muy acertada por parte de la editorial, la verdad, pues cada uno por separado rondaría las 200 páginas (en total suman 630 páginas) y eso que el tamaño de letra no es precisamente pequeño y los márgenes son generosos. Del mismo modo, voy a condensar en esta reseña los tres libros. Intentaré no meter grandes destripes del 2º y 3º, pero ante la duda de si os puedo contar algo de más, dejo un apartado final a modo de conclusión.

Antes de entrar en materia al fin, mencionar que los libros fueron escritos a mediados de los '90 y en 2011 la autora continuó con la serie realizando lo que podríamos decir que es una segunda trilogía. No obstante, el final de ésta queda perfectamente cerrado. Además, salvo el que sería cuarto libro de la serie, Almas cruzadas, los dos restantes no se han llegado a publicar en español, por lo que al menos servidora va a considerar que no existen. Más aún, hecha la reseña fui a ver de qué iban los siguientes libros buscando destripes y son un despropósito colosal. No, definitivamente para mí no existen.

Argumento

Ivy es nueva en el instituto de Stonehill, una localidad cercana a Nueva York a la que acaba de mudarse con su hermano pequeño, Philip, y su madre, Maggie, quien en breve se casará con uno de los hombres más importantes del lugar, Andrew Baines. Un matrimonio un tanto polémico pues Maggie era la peluquera de Caroline, la anterior esposa de Andrew, hasta el divorcio. Esto es algo que el hijo de ambos, Gregory, no está llevando demasiado bien. 

La mayor peculiaridad de Ivy es que siempre ha creído en los ángeles, que considera sus mejores y más fieles aliados. Por lo demás, es una chica responsable, tímida, buena estudiante y un poco solitaria. Aun así, en su nuevo instituto tiene a una amiga de la infancia, Suzanne, y se les une la imaginativa Beth. Ambas resultan clave para que se dé cuenta que hay un chico que muy probablemente esté interesado en ella.

Tristan es el capitán del equipo de natación, uno de los chicos más populares del instituto, aquel por el que suspira la mayoría de las chicas. Cuando Tristan conoce a Ivy, se prenda de ella. Él, que nunca había tenido que esforzarse para atraer a una chica, siente que es invisible para Ivy y llega a ponerse en ridículo sólo para que sepa de su existencia... y lo consigue. 

Sin embargo... un accidente de coche... los frenos no funcionan... 

El beso de un ángel

Para empezar, debo decir que he redactado el argumento que tenéis en el apartado superior a partir del original de la editorial porque considero que contaba demasiado. Prácticamente era un resumen de todo el primer libro y es que se nota que éste es pura introducción a la trilogía. Sin embargo, dejaba sin mencionar la situación familiar de Ivy, que resulta clave para el desarrollo de la trama.

En cierto momento del libro, Beth, que es muy aficionada a la lectura, sobre todo a la romántica, y le gusta escribir, menciona que quiere probar con la narración in media res y nos explica que consiste en empezar el relato en un punto intermedio y luego retroceder al inicio de verdad, captando así el interés lector. Precisamente, es lo que hace la autora, que se ve que nos trata un poco de tontos al incluir la explicación de lo que ella misma ha hecho por boca de su personaje. Es un recurso interesante, pero me temo que no lo ha usado bien y más habría valido que hubiese empezado en orden cronológico. En un par de páginas nos destripa que Ivy y Tristan van a ser una pareja muy enamorada y se va a producir un accidente porque fallan los frenos del coche que conduce él. ¿Quizás lo hizo así porque sino mucha gente pensaría que iba a ser simplemente un libro sobre un romance juvenil empalagoso? Para las últimas 65 páginas queda conocer las consecuencias del accidente, introduciendo la componente fantástica y una terrible conclusión al respecto del accidente que sirve de misterio e intriga para el siguiente libro. 

La trama como tal diría que tiene tres hilos. Por un lado, claro, el romance entre los protagonistas. Por otro lado, todo el tema de los ángeles, que empieza como simple rareza de Ivy pero cobra fuerza al final siendo el elemento fantástico que será clave en los siguientes. Por último, un hilo más oscuro que incluye la complicada situación familiar de los Baines y el accidente del coche, quizás con alguna relación entre ambas cosas. Dado que voy escribiendo estas líneas sin haber empezado el siguiente, de momento son puras suposiciones. Veremos si la autora es capaz de sorprenderme o se va a lo más previsible que estoy imaginando.

A modo de resumen, este volumen se centra en el desarrollo de la parte romántica dejando pequeñas pistas relativas a los otros dos hilos. Debo reconocer que la pareja formada por Ivy y Tristan es bastante bonita. Para ser un libro que nos llegó en pleno boom de Crepúsculo, son dos personajes bastante naturales y hasta realistas. Quizás peca un poco de plantearlos como pareja predestinada, como "almas gemelas" que titula el último libro de la trilogía, pero al menos no he visto comportamientos especialmente tóxicos. Por separado, Ivy resulta demasiado plana, buena y compasiva, pero con muy poca chispa. Tristan es el chico perfecto, pero lo cierto es que resulta torpe y encantador en sus acercamientos a ella. Desde luego, no son un derroche de carisma, pero no se hacen insoportables. Simplemente, protagonistas flojitos.

De secundarios, Philip es realmente adorable; Beth es un cliché con patas, pero resulta simpática; Suzanne es bastante superficial y su obsesión por Gregory acaba siendo cansina y hasta insultante; y, por su parte, el propio Gregory puede ser el personaje más interesante de la serie por lo gris que resulta a priori.

El ritmo es bastante lento, lo que no es del todo malo para que el romance de Ivy y Tristan crezca gradualmente. Sin embargo, como la propia autora destripó en sus páginas iniciales lo que iba a pasar, da la sensación de que realmente no ocurre nada hasta que llegamos a ese momento.

8/10

El poder del amor

Libro intermedio que hace de nudo de la trama. Sin embargo, aunque se avanza en los misterios, sabe a poco para sus 200 páginas. Da cierta vuelta para que las sospechas que tenía se diluyan, pero finalmente todo apunta a lo que inicialmente imaginaba con lo visto en el libro anterior. Veremos qué camino toma finalmente en el tercero, si llega a introducir un giro que resulte creíble o el desenlace será lo que ya se apunta aquí.

Lo peor de este libro es cómo empeoran sus personajes femeninos. Por un lado, Suzanne se vuelve una arpía que prioriza un chico que no la toma en serio a una amiga de toda la vida [destripe] que ha sufrido una gran pérdida y, durante el libro, otro incidente de gravedad [fin del destripe]. La chica no sabe lo que es la empatía llegando a hacer [destripe] una comparación odiosa entre la pérdida de un perrito viejo y un gran amor en semejantes circunstancias [fin del destripe]. Por otro lado, más extraña me resulta la evolución de Ivy, que se convierte en una especie de veleta con una enorme falta de luces para su propia seguridad. La parte de veleta no me molesta tanto, es creíble que [destripe] le duela la pérdida y al mismo tiempo pueda empezar a sentir algo por otra persona que le hace de apoyo [fin del destripe]. Sin embargo, lo otro es más absurdo. Tanta ingenuidad, semejante falta de toma de precauciones... No es que en el anterior me pareciese una gran protagonista, pero las pocas luces que demuestra tener aquí hace que me resulte exasperante.

En cuanto a Tristan, me falta algo de frustración, rabia, pena y miedo por lo que sucede. [destripe] Era el chico perfecto, pero como adolescente, creo que la autora se olvidó de darle un punto de egoísmo. Es demasiado bueno, su única preocupación es salvar a Ivy y se centra tanto en ello que se olvida de todo lo demás. Resulta poco creíble que no dedique un rato para ver cómo se encuentran sus padres [fin del destripe].

Por el lado fantástico, el personaje de Lacey, introducido al final del anterior, es sin duda lo mejor del libro. Lo que me genera dudas es que se hable de ángeles cuando lo que nos describe son claramente fantasmas que no pueden dejar este mundo por determinado motivo, como una tarea pendiente, una misión que cumplir.

6/10

Almas gemelas

Libro final muy intenso que resuelve el misterio dándonos las respuestas a los interrogantes que quedaban por resolver. A pesar de las vueltas dadas hasta el final del anterior, que realmente me hicieron dudar, el desenlace es lo que se preveía ya desde el primer libro. Faltaba sobre todo tener el porqué del desencadenante y aunque es algo que se puede uno llegar a imaginar con las pistas dadas, a mí se me escapó.

Lo cierto es que es con diferencia el libro que más me ha enganchado de los tres, hasta el punto de leerlo entero en una tarde-noche. Las cosas se iban poniendo cada vez más turbias y peligrosas y sorprende el nivel de oscuridad al que se llega. Simplemente diré que se producen más de tres asesinatos además de algunos intentos adicionales a lo largo de la trilogía, varios en este libro. Especialmente, qué mal cuerpo me puso [destripe] lo que le hizo a la pobre gata [fin del destripe]. Me ha sorprendido bastante lo siniestro y frío que llega a ser el culpable, además de lo bien que actúa. No esperaba algo así en un libro juvenil. 

Hay una cosa que no me termina de cuadrar: [destripe] Ivy confiaba plenamente en Gregory al final del libro anterior, que la acabó drogando y llevando a un lugar para que pareciese que se suicidaba. Si después de eso no recuerda nada, resulta un tanto extraño que al principio de este libro desconfíe antes de recordar y no caiga en las tretas románticas con que la engatusó en el libro anterior. Supongo que se puede justificar en que el subconsciente le envía señales en ese sentido y que él empieza a perder la paciencia y la capacidad de actuar por los nervios  [fin del destripe].

La parte romántica es algo más dudosa con las vueltas que ha dado Ivy. [destripe] Quizás es un problema de tiempos, pues desde que sucede el accidente pasan apenas dos meses hasta el final, si no me fallan las cuentas. En esos dos meses, Ivy llega a sentir algo por un par de chicos y todo parece demasiado pronto, la veleta que decía en el libro anterior. También hay que considerar la presión de su entorno, todo sea dicho. Es increíble la falta de respeto a los tiempos que cada cual necesita [fin del destripe]. Al menos, creo que se llega a un final adecuado y bonito también para este hilo argumental y no me parece mal tras tanto sufrimiento y oscuridad.  

Tengo dos pegas que ponerle. La primera, después de 630 páginas, el final resulta bastante abrupto. Habría agradecido un par de capítulos adicionales para que se viesen mejor las consecuencias de todo lo que ha sucedido y las reacciones de los secundarios al descubrirlo. Salvo por eso, es un final redondo. La segunda pega es que resulta injusto que el mejor personaje, Lacey, tenga un final tan abierto. Nunca se llega a saber nada de su misión, ni se profundiza en ella. Es usada vilmente como apoyo de la pareja protagonista, dice grandes verdades, pero al final no se merece un mínimo de espacio. La autora podría haber dedicado a su personaje los libros de la siguiente trilogía, pero por las reseñas con destripes que he leído, ni siquiera sale mencionada. Oportunidad perdida y pena de personaje desaprovechado.

8/10

Conclusión

Historia juvenil que parte de un romance muy tierno, luego introduce una componente fantástica que en primera instancia parece que va a limitarse a hacer que el romance tome tintes sobrenaturales, pero ya al final del primer libro se ve que el rumbo de la trama indica que va a acabar convirtiéndose en un thriller que resulta previsible, aunque llega a ser más oscuro de lo que imaginaba. Puede ser que, como en mi caso, el desarrollo del segundo libro os genere dudas al faltarnos información clave en esos momentos. Sin embargo, al final no sorprende, es lo que se veía venir. 

La parte fantástica está poco explicada y, como decía, más que de ángeles yo considero que se trata de fantasmas. Los ángeles tienen una mitología propia que poco tiene que ver con lo que sucede aquí. Queda un poco ambiguo todo, abierto a las necesidades de la autora, pero cumple su papel en la trama.

Una pega que debo poner al conjunto es la narración de la autora. Por momentos cuesta seguir lo que está contando, quién habla o lo que sucede. Por mucho que uno ponga de su parte, la escritura es un punto flojo.

Tras el final de los dos primeros libros, hay que decir que éstos fallan para formar una trilogía. Cada desenlace intermedio es un cliffhanger de final de capítulo, pero se supone que cada libro por sí mismo debería tener un cierre aunque luego la trama continuase. A mi modo de ver, esta historia debería haber sido un libro único recortando un poco de paja para dejarlo en unas 450-550 páginas tirando por lo alto. Menos mal que al menos nos llegó con este formato de 3-en-1.

En definitiva, como mínimo es un libro que entretiene. A mí, además de eso, reconozco que me ha emocionado en varios momentos y me ha puesto los pelos de punta en otros. Iba con bajas expectativas y me ha sorprendido para bien. Tiene sus defectos y problemas, pero en general lo he disfrutado bastante.