Cuando todo se junta

Llevo unos días que están siendo un desastre absoluto. Nada más terminar mi examen de septiembre de física, que por suerte, aprobé con un precioso 7, mi vida ha sido un descontrol, y la cosa va a peor cada día que pasa.

Para empezar, al par de días del examen, ingresaron a mi abuela en el hospital. Hoy mismo le dan el alta que básicamente es para que deje la cama libre porque no pueden hacer nada por ella. Se ha ido apagando conforme han ido pasando los días y ya es solo cuestión de tiempo. Así se irá en no demasiadas... ¿semanas? ¿días? ¿meses? mi última abuela, precisamente, la más zorra y bruja de los 4 abuelos que he tenido. Por eso en sí no me afecta, mi abuela no ha sido nunca más que una simple pariente para mí. Me afecta por mi padre, porque es el buenazo de 3 hermanos que se está comiendo la mayor parte del marrón. Se lo está guardando todo dentro y me está dando miedo porque llegará el momento en que explote y a saber por dónde puede salir y cómo puede acabar él. Van a conseguir que le dé algo entre todos y no sé qué hacer, cuando llega a casa se limita a bromear o hacer como que no pasa nada, que no le afecta... Claro que, como sabe que mi abuela nos importa una mierda a mi madre y a mí (puede sonar mal, pero es la verdad... es una historia larga), supongo que no quiere hablar de más. A ver qué pasa hoy una vez le den el alta...

Y como los problemas vienen de dos en dos, a mi tío lo han operado de cataratas. La operación fue sin problemas y todo es normal más allá de que, ahora mismo, apenas puede ver y tiene muchas molestias. Pero claro, en su casa solo conduce él, mis primos aún van al instituto y mi tía no ha conducido en la vida. Como mi padre ya tiene bastante con el asunto de su madre, y yo aún no he empezado la uni (mañana tengo ya la presentación del nuevo curso), me está tocando a mí hacerles de taxi. Ayer hice casi 170 KM y hoy unos 160. Mis últimos días de vacaciones los he perdido por completo y voy a empezar el curso agotada, física y mentalmente. Por suerte, no creo que sean muchos días más los que tenga que estar llevando a tal y recogiendo a tal... espero, porque con el horario de clase, como no me parta en dos poco más voy a poder hacer.

Sí, aún queda más. Ahora resulta que la chica que tiene contratada mi madre en su oficina se ha plantado frente a ella para decirle que no volvía a ir a Málaga a hacer los papeles de Tráfico que le tocasen, porque se siente explotada y bla-bla-bla. La muy zorra, después de haberse cogido todos los días que ha querido y más (por examenes, porque se encontraba mal, por su madre, por su abuela...) sin que mi madre le dijese nunca ni mú, ahora se siente explotada. No pone más su coche "a disposición de la empresa". Se ha largado, y una matriculación que ya debería estar hecha de la semana pasada, no le ha dado la gana de ir a hacerla porque en sus santos ovarios se ha plantado para decirle que no vuelve a ir a Málaga. ¿Entonces? Pues resulta que mañana, después de dejar a mi primo en el instituto, tendré que ir yo a Tráfico para hacerle ese trabajo a mi madre, y rezar de que me dé tiempo de llegar a la uni para el acto de apertura. Después, a recoger a mi primo y luego... a saber, el plan de la tarde aún no lo sé. Y todo porque la lagarta de la chica ésa se cabreó cuando mi madre metió una muchacha para que ayudase con la contabilidad. Que por cierto, dicha muchacha después de volver de sus vacaciones en Dinamarca ha decidido largarse hacia allí y, claro, ha dejado plantada a mi madre a un par de semanas de no-sé-qué trimestral. Pobres trabajadores explotados por los malvados empresarios!!!! Los huevos. Una no quiere trabajar y ha puesto a mi madre contra las cuerdas porque, para que ahora la pueda despedir, necesita unos 5000€ que sabe perfectamente que no tiene. La otra se larga y adiós muy buenas, que se componga mi madre la vida como pueda para lo que sea que le toca ahora, claro que, desde que volvió de las vacaciones no ha hecho nada por adelantarle trabajo ya que estaba ocupadísima con el traslado.

Así estamos con un descontrol absoluto en mi casa: mi padre con mi abuela, mi madre que le va a dar algo por el par de zorras que tenía contratadas y yo, de taxi, apunto de empezar la clases y que me va a dar un ataque de histeria con todo esto.

Noto que el ojo me está palpitando...

Y por si fuera poco todo esto, de mis dos perros, el pastor alemán empieza a tener dificultades para levantarse. Mi madre me ha dicho que, si llega al estado del anterior que tuvimos, no nos quedará otra que sacrificarlo... Ni él, ni nosotros deberíamos pasar otra vez por el mismo infierno que fue aquello. Entonces yo era pequeña y apenas recuerdo ese tiempo, solo que fue muy duro y triste, pero sí sé que ahora mis padres están bastante más mayores, en edad y en fuerzas para poder tirar de un animal de su peso, y yo, en cuanto empiece las clases en serio, posiblemente no vuelva a casa hasta la noche... Entenderlo lo entiendo, claro que sí, pero... la simple idea me duele horrores, nunca pensé que llegásemos a tener que sacrificar a un animal y aunque todavía falte para ello parece que será la única opción...

Y así, cuando todo se junta, una explota.