miércoles, 15 de julio de 2015

Willow, de Julia Hoban

Ésta era la reseña que dejé a medias a causa del hiatus temporal por los exámenes. Al fin la puedo retomar y, a partir de ahora, me tengo que poner las pilas para escribir las de los animes de primavera que han acabado, así como otros libros y algunos mangas, además de las adquisiciones de Junio que preveo que juntaré con las de Julio dadas las fechas en que estamos... Vaya, tengo más material del que creía... XD

Tocaba lectura de algún libro que hubiese caído en estos meses que llevamos de 2015 y me decidí por éste, que veréis en la próxima tanda de adquisiciones, porque era una novela que llevaba años esperando poder disfrutar. Cuando haga entrada de lo que caiga este mes me explayaré más al respecto, que mi historia con este libro ha sido larga. Mejor no me enrollo y entramos en materia con la reseña =)

Argumento

Los padres de Willow murieron siete meses atrás en un trágico accidente de coche, dejándola no sólo con el dolor que supone enfrentarse a una pérdida semejante sino también con el peso de la culpabilidad, pues era ella quien conducía esa fatídica noche de tormenta.

Desde que se recuperó de sus heridas, empezó a vivir con su hermano mayor, David, su cuñada, Cathy, y su sobrina de pocos meses, Isabelle. La relación se ha complicado y casi no hablan de nada que no sea superficial y cotidiano. Además, Willow cree que sus compañeros de clase la llaman asesina a sus espaldas y no ha conseguido hacer amistades en su nuevo instituto. 

Para evadirse del sufrimiento con el que carga, marca todo su cuerpo con cortes, heridas auto-infligidas. Cambia el dolor emocional que no puede soportar con otro físico, más manejable. Pero cuando un chico llamado Guy descubra su secreto, puede acabar perdiendo su única vía de escape.

Reseña

Sinceramente, estoy ante una reseña complicada porque tengo sentimientos encontrados. Creo que las altas expectativas me han jugado una mala pasada, pero también puedo decir que me he emocionado y se me han saltado las lágrimas varias veces. Digamos que en un punto de vista objetivo hay bastantes aspectos que le restan, pero en una perspectiva subjetiva y emocional, me ha llegado mucho. El distanciamiento, el tiempo que ha pasado desde que lo terminé hasta ahora, que escribo estas líneas, creo que me ha ayudado a aclarar ideas para poder contar mi opinión.

Mi principal problema con esta historia es que su protagonista me ha recordado a la de Nubes de kétchup y, por si no habéis leído esa reseña, no la dejaba muy bien parada. Creo que por comparación entre ambas os puedo explicar mejor mis impresiones. Las dos chicas sufren por considerarse asesinas cuando todo fue un accidente. Sin embargo, en aquella no me creía su sufrimiento, había poco más que mala conciencia. Willow, sí que transmite su pena y asume la de su hermano, que obviamente también sufre. Es imposible ponerse en su piel, al menos yo no puedo imaginarme vivir sabiendo que conducía el coche en el que murieron mis padres, por más que hubiese tormenta, por más que ellos me lo deberían haber impedido por ser novata... Me cuesta ponerme en esa situación siendo adulta, no querría pensarlo de ser adolescente. La gran fuerza de esta novela es hacer que te llegue a lo más hondo el sufrimiento de la situación.

No obstante, Willow tampoco es una protagonista mucho mejor que Zoe, por más que me duela decirlo. Tiene la paranoia de que la gente cuchichea sobre ella, insultándola. Cree que todo el mundo es superficial y mira por encima del hombro a quienes no pueden entender su dolor y se preocupan por trivialidades como son para ella en ese momento la entrada a la universidad. Una cosa es que ella lo pase fatal, la otra es ser una imbécil. Sin embargo, no puedo negar que esto es muy humano, nos creemos el centro del universo cuando lo pasamos mal e ignoramos lo que siente cualquier otra persona, sobre todo a esa edad. Además, con lo planos que han sido la mayoría de personajes secundarios, no es difícil llegar a pensar como Willow.

El tema de los cortes resulta interesante, pero me temo que la autora no se ha documentado demasiado y le da una salida fácil: si se enamora, dejará de cortarse, aunque tarde cierto tiempo. Demasiado simple. Demasiado sencillo. Vale, la cosa no se queda ahí. Guy es capaz de hacerla hablar, consigue que empiece a mirar al futuro y supere la tragedia. Aún así, me estuve preguntando por qué no iba a un/a psicólogx que la ayudase, siendo menor y con el trauma que carga. Me imagino que la respuesta es simple: no les llegaría para pagarlo. Esto se deduce de que David consigue que Willow trabaje en la biblioteca de la universidad para que colabore con los gastos. Cuando él coge el dinero con mala cara, imaginad dónde llega la paranoia de Willow que, en vez de pensar que es por obligarla a trabajar, cree que es porque no es una cantidad muy grande.

Sin duda, es Guy quien salva tanto a Willow como la historia en sí. El chico es un amor, los problemas de esa chica que se corta le sobrepasan, pero aún así no es capaz de quedarse al margen. Escuece un poco que la historia en cierto modo se base en el cliché de caballero de brillante armadura que salva a la doncella, en este caso de sí misma. Es un planteamiento terrible para una historia juvenil que trata estos temas tan serios. Guy no debería cargar sobre sus jóvenes hombros con una responsabilidad así. Al menos, si fuese una historia de personajes adultos, el apoyo lo daría alguien teóricamente más maduro que podría llevar la situación.

Y sobre el detalle "perturbador" del condón (quien se haya leído la novela sabrá a qué me refiero) casi prefiero no opinar porque es una forma terrible de destrozar a un gran personaje hasta ese momento. No, no es romántico, es... no, en serio, no. Igualmente, el momento en que él descubre los cortes, deja bastante que desear y resulta también preocupante, pues la agarra de la muñeca cuando ella se marcha porque no quiere estar con él. Quiero pensar que es así porque a la autora no se le ocurrió un modo mejor de que él viese la sangre, pero lo cierto es que es un ejemplo perfecto de que si una chica dice no, es que no, sea en la situación que sea.

Tampoco quiero dejaros con una imagen horrible de ambos, pues tienen varias escenas muy bonitas y hay muchas emociones por medio. El diálogo de los espejos, por ejemplo, o los debates que tienen sobre libros merecen mucho la pena.

De secundarios me quedo con David, el hermano, para mí el más humano y realista de todos los personajes de la historia. La conversación que tiene con Willow hacia el final es de lo mejor de la novela.

En definitiva, que me estoy enrollando mucho, la novela está cargada de sentimientos sobre la pérdida de los seres queridos, el luto, la superación del dolor, la culpa, el odio hacia una misma... Es dramáticamente intensa, dura y emotiva. Sin embargo, hay un cúmulo de malas decisiones y actitudes de los protagonistas que le empiezan a restar puntos de manera alarmante. Estoy segura que, si hubiese leído esta historia cuando tuvo su "boom" en los blogs, hace ya unos cinco o seis años, lo habría puesto de maravilla para arriba, como la mayoría de reseñas que salieron entonces. Pero lo cierto es que ahora no puedo decir lo mismo. Sí que es una novela llena de sentimientos, pero al margen de eso, tiene muchos elementos negativos. Creo que la forma en que os lo puedo dejar más claro es que el planteamiento de la tragedia, la humanidad y el dolor de los hermanos está reflejado a la perfección, así como la explicación de por qué Willow se corta, pero es en la forma de superarlo donde la novela falla en cada paso que da.

Voy a quedarme con lo que he sentido más que con lo que me dice mi razonamiento para la nota, pero tened en cuenta lo que he ido escribiendo si pensáis leerla algún día.

1 comentario:

  1. Coincidimos en todo aunque no he leído Nubes de Kétchup. Lo que más me desagradó fue como se llevaba el tema de la autolesión, ojalá todo se solucionara con amor y buenas intenciones.

    Un saludo!

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