viernes, 25 de diciembre de 2020

Yoroshiku Master, de Sakura Tsukuba

¡Feliz Navidad! Ya va quedando menos para despedir este maldito y extraño 2020. En esta ocasión, como hay tan poco que celebrar (de hecho, según redacto estas líneas a principios de Diciembre, aún no sé si para cuando salga la entrada estaré preparándome para ir a casa de mis tíos a comer o seguiré en pijama y bata durante todo el día) en vez de hacer la típica entrada he preferido hacer una reseña. Al menos es una reseña en parte acorde al día... pero también al año tan raro que llevamos y es que, como leeréis ahora, la serie es de lo más rarita.

Antes de entrar en materia, hablemos un poco de la autora. De Sakura Tsukuba no nos ha llegado ninguna obra y eso que durante unos años (la verdad sea dicha, gracias a los grupos de scans) tuvo cierto renombre en los foros del momento. Lo curioso es que algo tuvo que pasarle a la autora porque de hacer unas primeras series con un éxito notable, ésta de la que hoy os hablo es la última que hizo (y además el final es abierto) para dedicarse a hacer, a partir de entonces, sólo historias cortas, un tomo único titulado Sora no Oto en 2013 y desaparecer en 2015. Quizás es que se pasó a hacer BL con otro seudónimo como han hecho otras autoras, pero a día de hoy, no sé en que andará o si dejó el mundo del manga del todo. Me picó la curiosidad y quise saber qué había hecho de nuevo desde que le perdí la pista pero voy a seguir con la misma intriga

Argumento

Aunque está acostumbrada a la soledad, Kurumi va a tener que pasar la Nochebuena sin compañía porque su padre trabajará esa noche y sus amigas ya tienen sus respectivos planes con novio o familia. 

Por distraerse, la chica decide salir a dar un paseo por la ciudad. Mientras cruza por un paso de peatones se choca con un chico muy atractivo y, de repente, una correa aparece atada en un extremo al cuello de éste y a la muñeca de la chica en el otro. El chico grita emocionado que la ha encontrado y que es su "ama". Éste se presenta como Kaito, tiene 17 años, es un reno y ella es "Mamá Noël". Por supuesto, la chica le toma por loco y cuando le dice que se convierta en un reno tal como le ha pedido para que la deje en paz... lo sorprendente es que realmente ¡se convierte en uno con su cornamenta y todo! 

Cuando Kurumi se despierta tras desmayarse del susto está en la casa de Kaito rodeada de sus familiares. Éstos le explican con más calma que todos son renos y que cada uno tiene a una persona en el mundo que es su respectivo "Papá Noël". Una vez se conocen, lo cual no siempre sucede a lo largo de toda su vida, el reno hará todo lo que le ordene, ya sea convertirse en el animal como volar. Aunque lo habitual es que sólo se vean en Nochebuena para cumplir su tarea de repartir regalos, a partir de entonces, Kurumi tendrá un contacto habitual con Kaito y su familia.

Reseña

La serie consta de tres tomos pero lo cierto es que se nota que su primer capítulo estaba planteado como una historia corta para un especial navideño de la Lala DX y no creo que tuviese en mente llegar a los tres tomos. Además, como he dicho más arriba, lo cierto es que el final no es tal y la serie queda abierta. Ya no sé si porque se la cancelaron, la autora tuvo algún problema por el que ya sólo se dedicó a historias cortas o qué, pero es así. De hecho, leyendo las tiras con comentarios de la autora al final del tercer tomo, dice cosas como "Gracias a vosotros, Yoroshiku Master ha llegado al tercer volumen", "Sigo trabajando en ella aunque sea muy lenta" e incluso "Nos vemos en el próximo tomo". Por tanto, si lo que os cuento en la reseña os interesa y tenéis ganas de darle una oportunidad, id con la idea de que se queda abierta.

Otro elemento que habla de que no tenía muy bien (o nada) pensada la trama a largo plazo es que la línea temporal es muy extraña y los capítulos alternan las fechas navideñas con, sorprendentemente, capítulos en pleno verano. También hay alguno en Primavera y otro para Halloween, pero son puntuales. Esto debería implicar que el tiempo pasa rápidamente pero lo cierto es que tenemos que hacernos a la idea de que no pasan los años aunque se alternen las estaciones. Este tipo de cosas me mosquean pero, en fin, la serie es lo suficientemente simpática como para pasarlo por alto y disfrutar con lo que nos ofrece.


Además de esto, la estructura de la serie son capítulos casi independientes entre sí, sin apenas continuidad entre ellos. Algún mini-arco de un par de capítulos por la aparición de nuevos personajes... pero eso es todo.

Pero entremos de una vez en la trama. Como mínimo, no se puede negar que parte de un concepto original dándole una curiosa vuelta a la idea de Papá Nöel y sus renos. En lugar de haber sólo uno, hay cientos por todo el mundo que tendrán dicho rol que cumplir una vez se encuentren con su correspondiente reno. Esto hace pensar que habrá muchos que nunca se encontrarán. Además, jugando con esta mitología que inventa la autora crea la hipótesis de los renos "negros" o de aquellos que se quedan sin su Santa. Había muchas posibilidades aún por descubrir en esta serie.

Por otro lado, la componente romántica se basa en la unión entre una chica humana normal y un ser fantástico. Si pensamos en esto se nos vendrá a la mente historias con, sobre todo, vampiros y hombres lobo y otras criaturas fantásticas en menor medida ¿pero un reno de Papá Nöel? Desde luego, eso es nuevo. Además, algo a lo que le da vueltas es si los sentimientos de Kaito pero también de Kurumi nacen de ese lazo del destino que es la correa (invisible para el resto del mundo) que les une o tienen sentimientos puros de amor. Sea como sea, la verdad es que hacen una pareja muy mona, con un Kaito que se desvive por ella y una Kurumi que se preocupa por él pero es demasiado tímida para aceptar sus avances. La verdad es que son adorables.


Según avanza la serie, van apareciendo diversos secundarios, la mayoría con una aportación que se limita al capítulo en cuestión y que suelen ser niños que la pareja protagonista acaba ayudando a cumplir algún deseo. Pero también están los que quieren cortar su relación a modo de prueba aunque no de la habitual forma de tirar por los celos. Como ya he dicho, la estructura tan episódica no da espacio a profundizar demasiado en subtramas y todo se resuelve en un único capítulo.

A destacar estaría la pareja formada por Rihito, un hermano de Kaito y Tateyama, el Papá Nöel con el que se encuentra, que forman un dúo muy divertido y que, por desgracia, no llegamos a conocer demasiado y eso que tenían mucho aún por exprimir. Mi idea de que la autora puede haberse acabado dedicando al BL con otro nombre viene porque estos dos, la verdad, tienen mucha química y quizás es una posibilidad que habría explorado de haber continuado la serie.

Poco más puedo añadir. Se trata de una serie corta e inacabada muy sencilla pero muy tierna. Los personajes son adorables, el dibujo es muy mono y te da un buen rato de entretenimiento así que poco más se puede pedir. Eso sí, es necesario leerla con el piloto encendido y no pararse a pensar en lo indudablemente extraño de la trama así como en el flujo temporal inexistente. 

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