miércoles, 25 de octubre de 2023

Lycoris Recoil

Hoy vengo con la reseña de un anime recomendado que tenía pendiente. Lo cierto es que hace ya tiempo me vi los dos primeros capítulos, no conecté con la serie y, por falta de tiempo en ese momento, lo acabé dejando aparcado. En estos días le he dado una segunda oportunidad viéndola desde el principio y, ahora sí, la he completado.

La serie es una producción original del estudio A-1 Pictures de 13 capítulos emitidos durante la temporada de verano de 2022. En principio se quedaba ahí la cosa pero este pasado mes de febrero se anunció que tendría un nuevo proyecto relacionado, lo que supongo que será una T2. No es de extrañar, la serie al parecer tuvo notable éxito y se está realizando una adaptación a manga seinen que va por su tercer tomo además de, al menos, una novela ligera.

Argumento

Para que los días pacíficos sean una realidad, existe una organización secreta de inteligencia por todo Japón llamada DA (Direct Attack). Esta organización recoge a niñas huérfanas y las entrena hasta la adolescencia como agentes con el nombre en clave de "Lycoris". Su labor consiste en asesinar a terroristas y criminales antes de que se conviertan en una potencial amenaza para la tranquilidad del país. Para no levantar sospechas caminan disfrazadas de estudiantes de instituto, camuflándose así entre la gente. Si la población desconoce por completo su existencia y todo lo que hacen se debe a que tienen la capacidad de encubrir lo que sucede como accidentes. Como caso más destacado fue el ataque terrorista a la torre de radio que quedó torcida y han reconvertido en un símbolo de paz. 

Durante una misión para capturar a unos contrabandistas de armas se produce un hackeo que corta la comunicación con las Lycoris justo en el momento en que los criminales habían apresado a una y amenazaban con matarla. A pesar de que la orden hasta ese momento era no actuar porque la prioridad era atraparlos con vida para saber dónde estaban las armas, Takina Inoue se deshace de ellos para salvar a su compañera. Como consecuencia, es expulsada de la DA y se la envía a una sucursal de la organización que se llama "LycoReco". Con la tapadera de una cafetería, allí trabajan al margen de la organización pero en permanente contacto Mika, un ex-instructor de Lycoris, Mizuki, una ex-agente de inteligencia y Chisato Nishikigi, la Lycoris más fuerte de todos los tiempos que no está en la sede porque se niega a asesinar a sus objetivos. 

En LycoReco deberán atender todo tipo de solicitudes, desde cuidar niños en guarderías, enviar y recibir paquetes o enseñar japonés a extranjeros. ¡En esta cafetería se intentará resolver cualquier problema que tengas!

Reseña

No sé si por el argumento lo habréis deducido, pero ahí está la clave de por qué no me vi la serie entera del tirón en su momento. No conseguí creerme la trama por varios motivos que he seguido percibiendo al completarla.

Por un lado, todo el tema de asesinas adolescentes. Parece que los creadores querían ver chicas monas disparando y daba igual la credibilidad o la lógica. Porque, claro, no puede haber mejores agentes que unas adolescentes inmaduras, con tendencia a la rebeldía típica de la edad y fuerza física muchísimo menor que la mayoría de los malos a los que enfrentan. Ni qué decir de la ética o la legalidad de convertir niñas huérfanas en asesinas. Es la idea de los niños soldados edulcorada. Diría que cualquier espectador habrá sentido más las muertes de esas chicas que lo que muestran sus líderes o compañeras. ¿Y el malo es el terrorista zumbado que quiere sacar esto a la luz (si bien, por motivaciones ridículas)? Lo siento, yo esto no lo compro. 

Además, la premisa de todo esto implica un mensaje muy fuerte a favor de la censura y el engaño a la población para que así sean felices y no tengan miedo. Se trata a la gente de rebaño idiota que no se cuestiona nada ni ve nada extraño en ciertos sucesos mientras entrenan a niñas y niños (también existen los "Lilly Bell", pero en ningún momento se explica la separación en dos ramas u organizaciones que incluso son, en cierto modo, rivales) para matar. 
No entiendo que con semejante planteamiento se desarrolle la historia como lo hace, primando un enfoque optimista y centrando las miras exclusivamente en Chisato, la protagonista, cuando es una base tremenda para una distopía con detalles muy orwellianos al estilo 1984. Todas las cuestiones ético-filosóficas quedan completamente ignoradas y me parece que desaprovecha ese potencial. 

En este saco también entraría el planteamiento de que Chisato se niega a matar a nadie. En ningún momento se para a reflexionar en el detalle de que si el terrorista al que ha perdonado la vida en varias ocasiones hubiese muerto, se habrían salvado muchas personas, incluso varias de sus compañeras Lycoris. Que no se me entienda mal, me parece una actitud muy loable la de querer ayudar a la gente sin matar a los malos por el camino. No es la primera que lo tiene. Por ejemplo, Kenshin, de Rurouni Kenshin también tenía esa filosofía, pero tras haber experimentado lo que era llevar la muerte a muchos y planteándose durante la serie si, para proteger a quienes quería, podría seguir manteniéndola. Cuando sabemos que Chisato se decide a no querer matar por haber interpretado mal lo que le dice un personaje, el planteamiento flojea.

Al respecto de Chisato, no me he creído su don o superpoder para esquivar balas. Esto es, en buena medida, lo que la convierte en la mejor Lycoris de todas y resultará clave para el desarrollo de la trama más hacia el final. No obstante, escapa a cualquier regla de la física ya que da igual la lluvia de balas que le caiga encima, ninguna le dará. En una palabra: anime.

Otra incoherencia de la serie es Walnut, el hacker que saboteó el ordenador de DA en mitad de la operación de Takina. Se dice que, por la de tiempo que lleva actuando, debe ser bastante mayor, "un viejo" se llega a decir, pero cuando lo conocemos... ¿es una niña pequeña adorable? Kurumi podría ser una chica joven con problemas de crecimiento, pero sigue sin explicar su supuesta antigüedad trasteando en la red. ¿Tan difícil era dar una explicación? No sé, el Walnut original era su madre y ella, como niña genio, cogió su lugar tras su muerte o tras quedar hospitalizada en coma. Algo que le diese un mínimo de contexto y trasfondo al personaje por vaga que fuese la respuesta.

A pesar de todo lo dicho, esta vez sí he terminado la serie porque tiene unas virtudes por las que ha merecido la pena darle una segunda oportunidad. 

LycoReco, la cafetería que forma parte de la DA, engloba una parte de la serie que tira hacia lo costumbrista, muy simpática y de lo mejor de la serie. Por ejemplo, memorable, por divertido, el capítulo en que Takina decide hacerse cargo de la parte económica para sanear unas cuentas en rojo y cómo crea un postre con forma de caca (sin darse cuenta del parecido) con mucho éxito. 

También me gustó mucho lo relacionado con Takina y su adaptación a vivir fuera de la DA. Ella, que no ha conocido otra cosa, desea volver y es muy bonito cómo Chisato le enseña que hay vida más allá de esa organización, que puede elegir. Ambas hacen una pareja muy bonita con una gran química y sí, digo pareja. Porque si una de ellas fuese un chico no se dudaría de la clase de lazo que se acaba formando entre ellas. Si hasta tienen una cita en el acuario, por favor. En fin.

Luego, por sí solas, ambas son unas protagonistas opuestas que se complementan de maravilla. Chisato es una explosión de carisma y energía, con una seiyuu que hace un trabajo tremendo para dotarla de vida. El peso de toda la serie recae sobre ella. Por su parte, Takina es una chica más seria que se va abriendo y muestra poco a poco sus sentimientos.

En cuanto a los secundarios, destacaría a Mika, que me ha parecido muy bien construido y el personaje más humano y con los conflictos internos mejor desarrollados. Aparte, Mizuki comentaba que dejó la DA porque no soporta ver lo que le hacían a unas niñas. De verdad que me sorprende lo que se ignora un tema tan clave que sólo se menciona de pasada aquí.

Otras virtudes de la serie son sin duda su animación, su diseño de personaje, las coreografías de las peleas y los temas musicales de apertura y cierre, ambos la mar de pegadizos. Un disfrute visual, con todas las letras.

En definitiva, una serie que, si se ve con el piloto automático y no se profundiza en las cuestiones éticas que quedan muy ignoradas, es un buena opción de visionado como serie de acción, con misterios varios y una gran pareja protagonista. En mi caso, no puedo evitar pensar en el potencial desperdiciado y las cuestiones ignoradas. De todos modos, como decía, Chisato por sí sola y con Takina, así como ciertos momentos e ideas que tiene la serie equilibran mi valoración de la serie y, al final, puedo decir que en general la he disfrutado.

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