domingo, 5 de octubre de 2025

En este rincón del mundo, de Fumiyo Kouno

Sigo reseñando obras manganime relacionadas con la temática de la Segunda Guerra Mundial dado que se cumple el 80º aniversario de su final y hoy repito con Fumiyo Kouno, mangaka de la joyita La ciudad al atardecer. El país de los cerezos. La autora volvió a tocar esta trascendental época histórica tres años después de aquella obra, entre 2007 y 2009, consiguiendo un gran éxito que la llevó a adaptaciones de imagen real, tanto película como serie dorama, y a una película animada en 2016 que tengo pendiente. Ya veré si el día que caiga edito esta entrada o le dedico su propia reseña.

Cabe destacar que la edición de Ponent Mon recopila los tres tomos originales de la serie en un tomo único, lo que da lugar a un señor tocho de más de 420 páginas que justifica los 26€ que costaba. Si no tenéis esta edición de 2015, Planeta anunció que van a publicar de nuevo la obra y sale durante este mismo mes de Octubre. Parece que van a seguir el mismo formato pero a 16,95€, un precio todavía más apetecible.

Argumento

Suzu Urano es una niña tranquila, despistada y que disfruta dibujando el mundo que la rodea. La pequeña vive en Eba, población cercana a la ciudad de Hiroshima, y hacia 1934 su familia se dedica a la recolección y secado de las algas nori. Su día a día no puede ser más tranquilo junto a su adorable hermana Sumi, su bruto hermano Yoichi y sus cariñosos padres.

Los años pasan y a finales de 1943, cuando ha cumplido 18 años, le llega una propuesta de matrimonio de Shusaku Hôjo, un joven que vive en Kure, a unos 20 km. de su hogar. Pasada la sorpresa inicial y sin tener motivos para rechazarle, finalmente se casa con él. Éste dice haberla conocido de pequeña, aunque ella no lo recuerda, algo que no es de extrañar pues la chica suele estar en las nubes. Suzu debe dejar su hogar y trasladarse con los Hôjo quienes la acogen con gran cariño. Sólo su cuñada Keiko tarda algo más de tiempo en simpatizar con ella.

Sin embargo, son tiempos difíciles con la Segunda Guerra Mundial teniendo batallas de gran importancia en el Pacifico y eso empieza a hacerse notar en sus vidas, primero con escasez y racionamiento y más adelante con bombardeos cada vez más crudos siendo Kure una base naval clave para Japón. Pero nada comparado con lo que sucederá en 1945...
 
Reseña

Hablar de esta obra es especialmente complicado porque hay mucho que comentar, tanto por lo que cuenta como por cómo lo hace. Vayamos paso a paso.

Para empezar, yendo al mismo principio, hay un par de capítulos iniciales que chocan con el resto por la introducción de elementos sobrenaturales. En el primero, que es cuando efectivamente Suzu conoció a Shusaku de niña, se da un encuentro con un monstruo y en el segundo con un fantasma. Aparte de esto, Suzu dibuja unas tiras en las que representa a su hermano mayor como un demonio que va viviendo aventuras varias que se conectan con el desenlace. Son elementos que no parecen casar con una obra pensada como realista, como un drama que va a mostrar las penurias de la guerra, pero salvo la extrañeza inicial, me han parecido una delicia de capítulos que podríamos definir como realismo mágico.

Luego, la obra es casi un tratado de la forma de vida de aquella época, de detalles de ropa, utensilios, comidas, uso de plantas y un largo etcétera. El trabajo de documentación llevado a cabo por la autora es realmente asombroso, tanto en lo cotidiano como en aspectos militares como la descripción de Kure, los barcos del ejército o hasta esquemas de los diferentes tipos de bombas incendiarias que les podían caer. Lo mejor que tiene es esta parte histórica en que vemos, por ejemplo, cómo desmontaban ciertas casas para que hubiese espacio entre ellas y no se expandiesen posibles incendios o cómo hicieron refugios y preparaban alimentos usando hierbas o recurriendo al mercado negro. El tomo está repleto de notas en los márgenes, por lo que resulta una obra muy instructiva. Eso sí, tantísimo detalle que detiene el desarrollo de la trama, o bien te parece un conjunto de información interesante y enriquecedor, o bien te sacan de la obra y te llegan a aburrir... o incluso un poco de las dos cosas. En mi caso, me ha parecido fascinante todo lo que introduce y lo que he podido aprender con el tomo.


El enfoque general de la historia es el de costumbrismo, muestra el día a día tranquilo a pesar del aumento progresivo de los problemas a los que enfrentarse. Hay varios momentos de humor (me quedo con el capítulo en que un oficial pilla a Suzu dibujando la bahía con los barcos militares de fondo y la toma por una espía... despertando las posteriores carcajadas de su familia política) y hasta el final, la perspectiva es de optimismo y esperanza. No obstante, el drama, como no podría ser de otro modo con semejante contexto, acaba apareciendo. Las bombas caen y es inevitable que alguna pérdida se produzca. Sin embargo, la autora vuelve a omitir, como pasaba en la otra obra reseñada, las escenas más crudas. Consigue que nos emocionemos, aunque sin ser gráfica, lo que se agradece. Por desgracia, no he conseguido soltar ninguna lágrima y diría que es porque el momento donde lo pretendía me pareció previsible.

Entrando más en la trama, tenemos un polígono amoroso de cuatro vértices cuyo tratamiento me ha parecido tirando a regular. La pareja que hacen Suzu y Shusaku es mona, no lo niego, pero ambos sentían cosas por otras personas y en toda la obra es algo que sobrevuela pero no se llega a afrontar. Para esto, bien se lo podría haber ahorrado la autora. Además, [destripe] que Shusaku recurriese a la prostitución, aunque acabase enamorado de la prostituta con la que iba, le hace perder todos los puntos que tenía como chico honrado y sencillo [fin de destripe]. A esto se suma el contexto histórico, esa boda que se produce sin siquiera conocerse, sin amor, y tras la cual Suzu pasa al día siguiente a encargarse de las tareas de su nueva casa. A partir de ese inicio de la relación tan poco prometedor van consolidando un matrimonio bonito, eso es cierto, pero es una lástima tanto lo que decía en el destripe como el mal tratamiento del polígono. 

Que el romance no fuese lo mejor que he leído tampoco resulta tan grave cuando estamos ante una obra que se desarrolla en un contexto bélico. El problema es que esta parte tampoco me ha terminado de convencer. La obra va avanzando de manera muy lenta, demasiado, y en la recta final todo sucede de golpe, desde la muerte de un personaje, justo el más adecuado para sacarnos la lágrima y desgarrar al lector, hasta las secuelas de la bomba atómica en Hiroshima. El tomo acaba informándonos muy de seguido de unas pocas muertes, todas como de pasada, sin que se derrame ni una lágrima por ellos (por el contrario, yo aquí sí estuve a punto, pero un tratamiento tan frío de lo que se mostraba lo impidió), y sin que sepamos qué va a suceder con un familiar de Suzu que parece estar afectado por la radiación de la bomba, así que queda en el aire si morirá también en breve o se convertirá en un hibakusha que vivirá muchos años. Con todo el espacio que dedicó a los meses previos, este cierre casi en falso, abrupto, resulta incongruente.


Al margen de esto, me ha mosqueado el mensaje que deja cuando se anuncia el final de la guerra con frases como "La justicia se aleja de este país" o "Tenemos que someternos a la violencia". Entiendo que para los japoneses en ese momento fue un shock y supongo que la autora simplemente se limita a representarlo, pero se crea esta obra entrado el S.XXI. Es bien sabido los horrores que cometieron los japoneses con sus ansias imperialistas, no por nada estuvieron del lado de los nazis. ¿Para qué creían los personajes que servían los grandes barcos militares que ven? ¿A dónde creen que iban sus soldados antes de que la Segunda Guerra Mundial realmente empezase en el Pacífico? ¿Qué creen que hacían en otras tierras? Si en la anterior obra había cierta autocrítica por cómo trató la propia sociedad japonesa a los hibakusha, esperaba algo en ese sentido, esperaba que fuese algo más lejos, pero ignora todo el contexto de lo sucedido. Sí, la población civil fue víctima. No, Japón como nación no era inocente. ¿Si en lugar de la historia de una familia japonesa hubiese sido una familia alemana veríamos con buenos ojos que se lamentasen por injusticia o por tener que someterse a la violencia? Fue tan horrible lo de las bombas de Hiroshima y Nagasaki que parece que antes de eso no hubo nada.

Digamos que estamos ante una obra maravillosa por todo lo que se puede aprender de la vida en un pueblo japonés durante la guerra y por la simpática protagonista, encantadora en su torpeza y despistes. Aparte de eso, tanto la trama de romance como la parte más dramática se me han quedado un tanto frías. Sin duda, es una obra muy buena, pero quizás esperaba más de ella. Por comparar, el otro tomo de la autora me parce mucho más redondo con menos de un cuarto de las páginas que tiene éste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y tú qué opinas? =D