viernes, 3 de marzo de 2023

Edenbrooke, de Julianne Donaldson

Hoy varío la tendencia de las últimas entradas y toca reseña literaria. Se trata de una novela de romántica histórica del subgénero que han llamado "clean romance" por el mojigato motivo de que no hay escenas de sexo. Ya descubrí este subgénero en La hija del boticario y hablé por encima de lo que pienso al respecto en dicha reseña, no me voy a repetir.

En cuanto al libro, he descubierto que la autora escribió un pequeño relato a modo de precuela de título El heredero de Edenbrooke que sigue la perspectiva del protagonista masculino de esta historia. A pesar de ser precuela, si os interesa, creo que la novela debería ir primero porque seguro que descubre algunas cosas de éste que se saben hacia el final del libro.

Argumento

1816. Marianne Daventry está harta de Bath. La joven añora su hogar en el campo, a su padre y a su hermana melliza Cecily. Allí podía montar a caballo libremente, pintar y girar bajo los árboles. En cambio, en la ciudad está al cuidado de su abuela desde que más de un año atrás su padre la dejase con ella tras el fallecimiento en un accidente de su madre. Para colmo, le ha salido un pretendiente que le resulta repulsivo y la anciana quiere que se convierta en una dama y deje de tener lo que considera modales de campesina. Al menos Cecily sí está disfrutando de su estancia en Londres y le cuenta en largas misivas todo lo que hace.

Un día, dos cartas cambian el futuro inmediato de Marianne. Por un lado, su hermana Cecily le pide que la acompañe a Edenbrooke, una mansión de campo en la que vive una amiga de su difunta madre. Allí quiere cazar al rico heredero y espera tener la ayuda de su hermana. Marianne no cree que la necesite para tal objetivo pero la perspectiva de dejar Bath y reencontrarse con ella son motivos más que suficientes para llenarla de alegría. La otra carta iba dirigida a su abuela y, después de leer el contenido y sentirse muy contrariada, toma la decisión de desheredar al calavera de su sobrino y dejarle su fortuna a Marianne. Eso sí, le pone como condición que se convierta en una dama de una vez.

De este modo llega el día de partir hacia Edenbrooke. El viaje se vuelve un horror cuando un hombre asalta el carruaje hiriendo al cochero. Betsy, la doncella de Marianne, consigue espantarlo gracias a una pistola que había escondida. Entre las dos llevan al herido a una posada y allí Marianne conoce a Philip, un atractivo caballero del que tiene una primera impresión nefasta. La sorpresa será mayúscula cuando, ya en Edenbrooke, descubra que es el segundo hijo de su anfitriona. 

Reseña

Edenbrooke es la primera novela de esta autora y hay que reconocer que se nota. La trama es muy sencilla y absolutamente predecible. Diría que no hay nada que suponga una sorpresa, por pequeña que sea, una vez están los personajes presentados y vemos por dónde van los tiros. Con todo, es una novela que he disfrutado al leerla.

La trama se sitúa en el ya conocido periodo de la Regencia, es decir, el contexto de las obras de Jane Austen. No obstante, creo que podría estar en cualquier momento histórico algo posterior o anterior, no hay nada que ancle la obra a dicha etapa. Además, la autora se toma bastantes licencias en la forma de comportarse de ambos protagonistas, así que mejor no leer esta novela buscando rigor histórico porque no habrá escenas de sexo, pero los protagonistas hacen cosas juntos que en esa época eran igualmente indecorosas. Y, por supuesto, la escritura, el tono y la profundidad están muy lejos de la maestra clásica.

Pasando a los personajes, Marianne tiene cosas que gustan y otras que desagradan y, como la novela está narrada en primera persona desde su exclusivo punto de vista, llegamos a conocerla muy bien. Por un lado, no deja de ser una chica de 17 años, así que es muy joven, inocente e inmadura. La chica vive sonrojándose todo el tiempo. Tiene un gran complejo de inferioridad respecto de su hermana y se ha acostumbrado a dejar que sea ella la que tenga todo lo mejor. Además, sufre por la pérdida de su madre y también por lo que siente como abandono de su padre. Me ha parecido muy humana, claro que esto también tiene su parte mala. Marianne es un tanto cretina y arrogante con, por ejemplo, su tía o Betsy. Por otro lado, la forma en que describe al pretendiente de Bath es muy fea, pero cualquier chica que haya recibido el interés de un hombre bastante más mayor y desagradable entiende ese rechazo y ese hincapié mental que hace en sus defectos. Lo veo totalmente normal y, aunque no sea lo ideal de una protagonista, mi yo adolescente se identifica con Marianne, no lo voy a negar. 

En cuanto a Philip, tenemos al clásico protagonista del que es inevitable enamorarte: caballeroso, pícaro, amable e irresistible. Se agradece que no sea uno de esos protagonistas de pasado tortuoso aunque tenga su punto de, llamémoslo, intensidad e intriga. A ver si me puedo hacer con ese relato precuela desde su punto de vista.

La relación entre ambos es muy bonita. De un encuentro accidentado y dándose una primera mala impresión, pasan a ser amigos entre los que la tensión romántica va en aumento. Todo se demora mucho porque Marianne es bastante torpe en captar las señales (las de él pero también las suyas propias), porque tiende a malinterpretarle y porque se interponen otros personajes que solo demoran lo inevitable. Que no haya nada sexual en la novela no se echa de menos porque lo cierto es que la autora lleva bastante bien la evolución de la pareja y tienen momentos muy intensos.

Hacia el final la autora mete un momento de peligro y una pizquita de acción que se sabía que se iba a dar desde antes de que Marianne saliese de viaje a Edenbrooke. Si cuando decía que era previsible el libro... El caso es que permite a la protagonista lucirse un poco y a Philip le deja hacer de caballero de brillante armadura al rescate de la damisela en apuros. Todo acaba bien y final feliz para todas las partes. Sin sorpresas.

En definitiva, una lectura ligera, entretenida, que ha conseguido emocionarme en algunos pasajes y que la he disfrutado bastante. Tiene pegas como lo previsible que resulta o que su protagonista femenina puede llegar a resultar antipática o desagradable, pero si consideramos que apenas es una adolescente, son defectos que se pueden pasar por alto y se compensan con otros buenos momentos que tiene. Y conocer a Philip es un plus muy grande de esta historia.

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