Bajo sospecha (T2)

Hace unos días terminó la segunda temporada de Bajo sospecha. Si recordáis mi opinión de la primera, aquí, dije que me había gustado bastante pero tenía varias pegas. Pues bien, la mayoría de sus problemas de entonces han sido eliminados y esta temporada ha sido quizás igual de intensa, pero ha estado mucho mejor llevada. Sigue teniendo algunos gazapos, pero en general, está muchísimo mejor. Por cierto, que esta temporada sí ha tenido los 10 capítulos que le tocaban y no ha habido los recortes de tiempo que se le notaron a su predecesora.

Argumento

A las afueras de Madrid se encuentra el Hospital Policlínico Montalbán dirigido con mano de hierro por Doña Adela Varcácrcel. Allí tienen lugar la extraña desaparición de Catherine Le Monniere, una doctora de origen francés y, posteriormente, el asesinato de la jefa de enfermeras, Isabel Freire. 

El puesto, que con la trágica muerte queda vacante, será ocupado por Lidia Abad, lo que la convierte en una de las primeras sospechosas. Con esta estricta mujer tendrá que tratar Víctor, que se volverá a infiltrar en el entorno de los asesinatos, y volverá hacer de su indisciplina una de sus mejores armas de trabajo. 

Víctor, así como toda la Policía, llegará al Policlínico Montalbán sin demasiadas pruebas para resolver los crímenes que allí están ocurriendo. Tan solo una grabación de una cámara de seguridad en la que queda registrado el secuestro de Isabel. Lo que sí saben Víctor, Casas y Vidal es que el culpable es uno de los trabajadores del hospital, por lo que la mejor forma de dar con él es infiltrarse.

Lo que Víctor desconoce al llegar es que va a tener compañía infiltrada. Dado que Catherine es hija de alguien con mucho peso en el país vecino, se envía a una prestigiosa comisaría, Sophie Leduc, y a Alain Juillard, un agente que se infiltrará en el hospital. La relación de colaboración entre ambos cuerpos policiales será complicada. Los roces serán frecuentes por los diferentes procedimientos y forma de ver las cosas en la investigación.

Reseña

Como veis por el argumento, tenemos un cambio radical. Y es que la T1 dejó cerrado el caso de Alicia, la niña que desapareció, y, si iba a continuar, debía ser con otro caso. Efectivamente, así ha sido y cambiamos un ambiente "familiar" en un pueblecito en el monte por un hospital privado en la gran ciudad. Pero sin duda, la mayor sorpresa (y alegría por mi parte, no lo voy a negar) es que Laura (interpretada por Blanca Romero) había desaparecido del guión por completo. A partir de ahí todo podía ir a mejor y más teniendo incorporaciones como las grandes Concha Velasco (Adela) y Luisa Martín (Lidia).

Otro punto de interés de esta temporada ha sido la visión policial tan distinta entre los agentes y comisarios de ambos países, aunque cayese en mayor o menor medid en clichés. Pero por encima de todo, la química entre Víctor y Alain ha sido brutal, y no he podido evitar shippearlos juntos más que con cierta doctora que forma con ellos un triángulo amoroso poco desarrollado. Y no puedo olvidarme de mencionar a Vidal, el policía que en la T1 dio varios problemas, aquí es recuperado por Casas y se convierte en un personaje clave para la serie por sus aportes cómicos y mordaces o, incluso, sensibles. También en esta temporada se ha desarrollado más la relación de Víctor con su padre, lo que le ha dado aún más puntos extras y le ha dado al protagonista una mayor profundidad.

Imagen tomada de aquí

En cuanto al desarrollo del caso, como en la anterior temporada, tenemos a unos policías que van destapando mierdas del sitio donde se han producido los hechos. En muchos casos van dando palos de ciegos, o se encuentran en callejones que no llevan a nada (o lo parecen), pero poco a poco se va montando un puzzle complejo y muy bien resuelto. Dado que en la temporada anterior, cada nueva teoría que pensaba me la echaban por tierra capítulo a capítulo, en ésta me he limitado a seguir la trama sin calentarme la cabeza para nada y creo que hice bien, pues no habría dado con la respuesta jamás. Y es que es imposible dado que las piezas no encajarán hasta que estén todas en la mesa.

Al principio decía que la serie había mejorado a su T1, pero que seguía teniendo gazapos extraños y es que hay cosas que no cuadran demasiado como que los franceses hablasen entre sí en español cuando estaban solos (sobre todo cuando querían contarse algo sin que les escuchasen terceros) o lo poco que trabajaban de infiltrados en sus puestos. Víctor podría haber sido despedido perfectamente por absentismo laboral.

Poco más puedo decir. Temporada muy superior a la anterior y que deja con ganas de que la renueven otra vez ahora que el elenco principal ya está asentado. No sé si veremos una T3 (por lo que he estado investigando... está difícil), pero al menos, eso sí, en ambas temporadas han tenido el detalle de acabar con buenos broches de oro, sin cabos sueltos que dejen la sensación de que nos perdemos algo. Muy recomendable si queréis una serie policíaca corta con continuos giros de guión.