martes, 30 de septiembre de 2025

La tumba de las luciérnagas

Sigo con el especial por el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, para variar, traigo un anime, la mítica película de 1988 del Estudio Ghibli dirigida por Isao Takahata que aún no me había atrevido a ver por su fama de convertir al más insensible en una fuente de lágrimas. Este especial me daba la excusa perfecta para lanzarme de una vez.

Antes de pasar a la reseña tengo que hacer un aviso doble. Primero, dados los años que tiene, voy a hablar de ella haciendo destripes sin ocultarlos. Segundo, no me ha gustado lo que esperaba y si sois muy fans de la misma, quizás es mejor que no leáis mi reseña.

Argumento

"El 21 de septiembre de 1945, morí".

En la estación de tren de Sannomiya, poco después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Seita, un adolescente indigente, agoniza mientras sostiene en sus manos una vieja lata de caramelos. Tras producirse su fallecimiento, un encargado de la limpieza de la estación descubre la lata y siguiendo la recomendación de otro trabajador, la tira al exterior, donde se abre. El espíritu de Seita se encuentra con el de su hermana pequeña, Setsuko, que sale de la lata, pues este recipiente había sido usado como triste urna funeraria. Ambos espíritus comienzan a viajar por los lugares en los que vivieron recordando los sucesos anteriores a su muerte.
 
Reseña

Haber escapado a la mayoría de los destripes todos estos años me hizo tener la idea de que si bien Setsuko no sobrevivía en la historia, sí que lo hacía su hermano Seita. En mi mente, la trama iba por otros derroteros lo que, sumado a las altas expectativas, supongo que explica mi decepción con la película.

El demoledor inicio de la película te lleva inevitablemente a preguntarte cómo llegaron ambos a dicho destino tan cruel. Supongo que por carteles de la película, trailers y alguna escena que habré visto recortada, tenía en mente que los bombardeos serían la causa directa, que sería la guerra como tal la que se llevaría la vida de la pequeña. Sin embargo, esto no es así, son sus consecuencias en forma de hambre, miseria y deshumanización. Pero, también, y aquí lo que mayormente me ha fastidiado la película, por estupidez de su protagonista, Seita. El chico va tomando las peores decisiones posibles en cada disyuntiva que se le presenta. Al final acaba siendo "crónica de una muerte anunciada" pero no por el inicio de la película, sino por el rumbo que toma. Así que una película pensada para emocionar y desgarrarte el alma, a mí me ha producido más bien cabreo.


Cabe decir que no sólo es Seita quien genera cabreo y frustración, sino los adultos a su alrededor. Están en primer lugar los mismos responsables de la guerra que no llegan a salir en pantalla aunque sean los que generaron las desgracias del pueblo en general y de los protagonistas en particular. Aparte de unos aviones que lanzan bombas, no se sabe nada de la guerra durante la cinta salvo menciones de pasada a que los japoneses van perdiendo de manera cada vez más evidente según avanza la película y hasta la derrota definitiva. No hay el más mínimo análisis histórico del contexto. El mismo Isao Takahata dijo que no era una película antibélica y una vez vista diría que así es, los temas son otros aunque el detonante esté en la guerra. 

Luego, en lugar destacado, tenemos a la tía de los chicos que los acoge temporalmente, una mujer que se ha endurecido y es incapaz de sentir empatía o pena por ellos, pero que me parece el blanco fácil como villana de la historia a pesar de tener razón en al menos una parte de lo que dice (Seita ni se molesta en ayudar a limpiar los cacharros de cocina o platos, cuando empieza a faltar comida no se ofrece a buscar algún trabajo con el que ganar algo de dinero para colaborar, Setsuko llora desconsoladamente de madrugada cada noche e impide dormir a la familia agotada de trabajar...). Sí, la mujer les da menos comida (y eso que parte se compra al vender los kimonos buenos de la madre de los chicos), es borde y nada cariñosa, pero les daba un techo, aseo y alimento. De haberle dedicado algo más de espacio habría sido un personaje gris muy interesante.

Después, de menor peso tenemos un médico insensible, algo que se entiende si imaginamos que verá varios casos similares cada día. No hay ser humano que ante la impotencia por no poder hacer algo y la necesidad de seguir adelante no se cree una coraza impermeable al sufrimiento. Le siguen un agricultor rabioso por los robos de Seita o los mismos empleados de la estación en que el chico acaba falleciendo. En conjunto tenemos unos adultos insensibles y egoístas, una sociedad deshumanizada, cruel y fría con unas criaturas desamparadas. 

Por supuesto, entiendo que este cabreo que generan es intencionado, que busca remover consciencias y quizás hacer que te preguntes cómo actuarías dadas las circunstancias: ¿también dejarías a unos niños desamparados? Tristemente, me parece un retrato bastante realista del horror de mundo en que vivimos y que se vivía entonces en un contexto de guerra. Aun así, otra parte de mí se revuelve contra esta idea y me parece excesivo el número de personajes crueles que se encuentran los hermanos. Sólo hay un hombre que le aconseja de buen corazón y sabiamente a Seita que regresen con su tía y dejen la fantasía de la independencia o no sobrevivirán, idea que por orgullo y/o inconsciencia desecha el joven con el previsible fatal desenlace, lo que me devuelve a lo dicho en un párrafo anterior. Del mismo modo, otro punto de inflexión habría sido cuando el policía al que le lleva el agricultor le deja marchar sin consecuencias por los robos. Seita, magullado por la paliza del agricultor, sabe que ha tocado fondo y sigue sin aceptar volver con su tía. Todo esto me resulta forzado y poco creíble, todo para generar drama y lágrima fácil en el espectador. Si fuese un niño más pequeño, quizás se entendería, pero Seita tiene unos 13-14 años y sabe que su hermanita depende por completo de él al haber abandonado el hogar de su tía.


A pesar de lo dicho, no puedo negar que me ha emocionado en ciertos momentos, aunque sin llegar a sacarme ninguna lágrima. Desde que los espíritus de los protagonistas empiezan la parte de recuerdos tenemos una serie de situaciones terribles (el bombardeo inicial, el descubrimiento de la madre tan malherida que sabemos que no sobrevivirá o la famosa parte del entierro de las luciérnagas) con otros de alegría cotidiana (la escapada a la playa o la felicidad de una independencia inconsciente). Este contraste de situaciones es inevitable que nos vaya tocando el corazoncito. El problema es que esta especie de montaña rusa de momentos buenos y malos que se van sucediendo llega un punto que resulta demasiado, que la cosa se alarga de más sabiendo de antemano cuál va a ser el final y teniendo cada vez más claro cómo se va a llegar a él. No sé si llegaría a decir que aburre, pero sí que al menos a mí me perdió como espectadora.

Al final ha sido ver una especie de suicidio doble. De manera más o menos consciente, Seita deja morir a su hermana y luego se deja morir él porque se ven solos en un mundo horrible. Un mundo donde impera una ley de la selva por la que sólo los más fuertes sobreviven y Setsuko por edad y Seita por orgullo no son capaces de salir adelante. Curiosamente, es un orgullo el del protagonista lo bastante fuerte para no volver con su tía, pero no lo suficiente para impedirle robar. Sí, es desgarrador, pero quizás no de la manera que yo esperaba encontrar en lo que creía que era una película antibélica. 

Entiendo perfectamente a la gente que dice que lloró a mares, a quienes dicen que son incapaces de volver a verla, porque la película está pensada para romperte por dentro. Sin embargo, no ha sido mi caso, quizás porque no ha tocado las teclas adecuadas para que conectase (soy hija única, no he perdido a mis padres, no soy madre...) o quizás porque las teclas que toca no han resonado conmigo por la forma de contar la historia desde el final y forzando el drama. Sí que me ha producido rabia y frustración y creo que esos sentimientos también los buscaba crear la película, aunque la mayoría se quedase con la parte más de llorera emotiva. Quizás mi problema es que esa rabia debería haber estado dirigida a la sociedad en su conjunto, pero los actos absurdos del protagonista me han hecho dirigirla más hacia él. 

Para mí, la película habría ganado si Seita se comiese su orgullo, volviese con Setsuko ante su tía y ya que ésta estaba pintada de villana, que les rechazase. El protagonista habría tenido una evolución, el final habría sido el mismo, pero estaría justificado, y el auténtico desamparo sí que podría haberme emocionado.


En cuanto al visionado, cogí el BD de Selecta con la edición restaurada en DVD + BD por el 25º aniversario de la obra, así que para ser del año 1988, visualmente la he visto muy bien. Se notan los años en lo estático de los fondos, por ejemplo, pero aparte de eso, es todo lo visualmente bonita que puede ser cuando está contando lo que cuenta. Luego, opté por el audio en japonés con subtítulos pues temía (y por algunos comentarios parece que acerté) que especialmente la voz de Setsuko iba a ser insoportable. Sí que debo criticar lo horriblemente pobres que son los extras. Para ser una edición de aniversario habría esperado alguna entrevista, algo de contexto de la obra (que se basa en una novela corta, los trabajos previos de Ghibli... algo) y sólo hay un par de tristes fichas, una técnica y otra de dobladores. Claro, si quieres algo más, déjate 70€ en el pack coleccionista que ya sí te trae extras decentes y chorraditas varias para rellenar. Se te quitan las ganas de comprar anime legalmente...

Con todo lo dicho, película que merece ser vista al menos una vez. Inicio brutal y durísimo, escenas finales desgarradoras, pero casi todo lo intermedio es más bien exasperante y, al menos en mi caso, le quita la carga dramática a lo que sucede. A diferencia de la gran mayoría, yo sí digo que quizás me anime a volver a verla por si en un segundo visionado la parte emotiva consigue llegarme. La verdad es que me da pena que no haya sido así, esperaba ese shock emocional y me decepciona que no se haya producido.

jueves, 25 de septiembre de 2025

Cocoon, de Kyo Machiko

Nuevo título que reseño para el especial que he decidido hacer por el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Debo reconocer que llegados a este punto se me empieza a hacer cuesta arriba seguir y no sé si podré reseñar todo lo que tenía en mente.

Cocoon es un tomo único realizado en 2009 por una autora bastante novel por entonces. Aunque no conocía a Kyo Machiko, lleva publicando desde 2008 y ya acumula una importante cantidad de trabajos. Ojalá alguna editorial vuelva a apostar por ella, pues seguro que tiene más obras de interés. Incluso podrían volver a publicar este mismo título que lo sacó Kodai junto con La ciudad al atardecer. El país de los cerezos. Una pena que dos obras tan interesantes, aunque todavía se puedan encontrar de segunda mano sin muchos problemas, no tengan detrás una editorial que los pueda reimprimir.

Por último, mencionar que Cocoon ha tenido una adaptación animada recientemente realizada con la misma idea del 80º aniversario que yo misma me he marcado. Espero poder verla en un futuro próximo.
   
Argumento

San, Mayu, las gemelas Yuri y Mari, Etsuko, Tamaki o Hina son alumnas de un prestigioso instituto femenino de Okinawa. Su vida había transcurrido con normalidad hasta que se ven arrastradas a la guerra cuando entran a formar parte del cuerpo de estudiantes que presta ayuda médica durante los días de la II Guerra Mundial. 

A medida que la situación bélica empeora, son testigos de la muerte, descubren los aspectos más crudos del mundo que las rodea y comprenden poco a poco las implicaciones de su propia feminidad. 

La admiración y el primer amor de la adolescencia laten al son de los bombardeos y la muerte.

«La crisálida de los sueños me resguardó de la muerte que ahogaba mi realidad.»
 
Reseña

Si Una mujer y la guerra me dejó un tanto fría por el enfoque y los protagonistas que tenía y La ciudad al atardecer. El país de los cerezos ya lo conocía, así que el impacto de una enésima relectura era reducido, esta obra ha sido otro cantar. Cocoon es una lectura que me ha dejado muy mal cuerpo.

Pongamos un poco de contexto histórico muy resumido para empezar (recomiendo ampliar información, por ejemplo aquí y aquí). El tomo se basa en hechos reales, en las 222 estudiantes del Himeyuri que junto con sus 18 profesoras fueron movilizadas por el Ejército Imperial Japonés el 23 de marzo de 1945 como ayudantes de enfermería, aunque no tuviesen el más mínimo conocimiento médico ni preparación. Esto fue con motivo de la Batalla de Okinawa en que, tras las victorias en el Pacífico, incluyendo la de Midway, los estadounidenses fueron a por esta isla al Sur del archipiélago japonés. Duró 82 días, los estadounidenses consiguieron controlarla pero no sin muchísimas bajas en su bando (unos 21.000) tras lo que fue una batalla de desgaste. Se ve que esto fue uno de los principales argumentos que usaron quienes estaban a favor de lanzar las bombas atómicas para así acabar de golpe con la resistencia japonesa. Otros decían que igualmente habría caído en poco tiempo con seguramente unos pocos bombardeos "normales". Por parte de Japón, en Okinawa la batalla se saldó con cifras que bailan mucho entre 100.000 y 150.000 bajas contando militares y civiles. Del Himeyuri, las protagonistas de esta historia, sobrevivieron 104: 99 alumnas y 5 profesoras. 

Toda guerra, y más las dos brutales guerras mundiales dada su extensión temporal y física, está formada por infinidad de pequeñas historias, algunas tan poco conocidas como lo sucedido con este conjunto de chicas movilizadas a la fuerza por su propio ejército. La autora retrata a la perfección cómo fue todo aquello. No fueron llevadas a rastras, ni mucho menos. Las chicas tenían el cerebro lavado con el espíritu patriótico; la fe en su emperador, una figura divina; y la seguridad de que el ejército ganaría a los bárbaros que les bombardeaban. Estaban seguras que en poco tiempo volverían a su vida normal. He leído que algunas fueron a las cuevas utilizadas como hospitales con material de estudio. Quizás no todas las chicas tenían esa ingenuidad patriótica, pero sí San, que es la protagonista. 

Sin duda, es el tomo de más marcado carácter antibélico de los tres que llevo reseñados por la brutalidad de lo que cuenta. También es un tomo que hace una crítica nada sutil al propio ejército japonés. Porque sí, eran los estadounidenses los que bombardeaban, pero fueron los japoneses los que adoctrinaron a la población y los que movilizaron a crías a hospitales que estaban prácticamente en primera línea del frente. Todo para decirles el 18 de junio que se marchasen a casa, algo imposible y que era una sentencia de muerte anunciada para la gran mayoría que no podrían atravesar el fuego cruzado. Por no hablar que los militares, ante la inminente derrota, fueron dando granadas a la población para que pusieran fin a sus vidas... y esto también se ve en el manga.

El tomo va de menos a más enseñándonos los horrores que vivieron estas chiquillas. Son en total 15 capítulos de unas 12 páginas cada uno y el final de cada capítulo va volviéndose más duro y cruel que el anterior. La autora es muy gráfica, mucho, y veremos escenas de auténtica pesadilla. Siendo así, doy gracias a que su estilo gráfico sea muy poco detallado, casi de bocetos infantiles, porque lo que muestras es espeluznante. Lo más horrible de todo es saber que esas situaciones se dieron en la realidad o separándose muy poco de lo mostrado. Diría que la única fantasía que introduce la autora puede estar en los "hechizos" que se lanzan las chicas para ayudarse a seguir adelante. Por ejemplo, dado el miedo que los hombres le dan a una, otra hace que los vea como sombras vestidas de blanco.

Hablando del miedo a los hombres, si la guerra de por sí es horrible, para las mujeres en muchos casos implica un terror adicional muy real a las violaciones. A las chicas les meten miedo con que los bárbaros estadounidenses las agredirán, pero en la locura de la guerra, da igual el bando y las agresiones podían venir de cualquier miserable con el que se cruzasen. Y sí, en el tomo se da una de estas situaciones. Por suerte, al igual que con las escenas sangrientas, la autora no muestra gran cosa. 

De manera un poco secundaria, el manga trata otros temas a través de Mayu, una chica alta y masculina que nació en Okinawa, creció en Tokio pero volvió recientemente a su pueblo de origen. La chica es un poco la fantasía de "príncipe" que hemos visto en muchas otras historias y tiene enamoradas a muchas compañeras, aunque con San tiene una relación realmente especial. Cuando la guerra se empieza a recrudecer no solo los sueños románticos dejan de tener cabida, también empezamos a ver que Mayu puede no ser lo que decía. Si queda alguna duda al respecto de esto, la autora confirma las sospechas en el texto final del tomo diciendo que se basó en hechos reales.

La única pega que le puedo poner al tomo es que le habría venido bien tener un primer capítulo de situación previa al inicio de la guerra y un último capítulo de epílogo. O un par de ellos, tanto para el inicio y como para el desenlace. De todos modos, tal cual está, el final enlaza con la metáfora que se cuenta al principio de los gusano de seda y sus crisálidas protectoras (de ahí el título, "cocoon") que es un buen cierre narrativo, pero me falta algo más.

Poco más puedo aportar. Es una lectura necesaria para conocer la historia y no olvidar los horrores de la guerra, pero hay que tener el estómago preparado porque nos va a mostrar esas escenas sin cortarse. La única defensa que tendremos para no tener pesadillas será el dibujo tirando a infantil de la autora. Prefiero las historias que saben emocionar sin necesidad de ser tan gráficas, pero reconozco que a veces no queda más remedio que dejar que nos golpeen directamente para entender el alcance de lo sucedido.

sábado, 20 de septiembre de 2025

La ciudad al atardecer. El país de los cerezos, de Fumiyo Kouno

Segunda obra que reseño en este especial que quiero realizar por el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, quizás debería especificar que mi intención es hablar de las obras manga que tenía por casa ya que me parecía el momento adecuado para reseñarlas, así que el especial queda muy centrado en la parte japonesa de la historia.

Si la anterior entrada fue Una mujer y la guerra, mi más reciente adquisición de esta temática, hoy toca la que fue la primera. De hecho, la leí por scans antes de ser publicada en 2007 por Glénat y tenía la intención de haberla fan-traducido para el grupo con el que colaboraba entonces, MWFansub. Cómo ha pasado el tiempo... La cuestión es que no dio lugar a ello pues apenas había empezado el proyecto cuando fue licenciada. Tenía buen ojo por aquel entonces. 

Mencionar por último que si no os hicisteis con esa edición, quizás sea más factible de encontrar la reedición que sacó la ya desaparecida editorial Kodai en 2020. He echado un vistazo rápido y de segunda mano se encuentran varios tomos de una u otra editorial. No obstante he leído que la rotulación de Kodai deja bastante que desear, algo que coincide con páginas de muestra que he visto, así que si podéis, id por la de Glénat
 
Argumento

La ciudad al atardecer.
Año 1955. Han pasado 10 años desde aquel ardiente destello. En una ciudad de Hiroshima cada vez más recuperada del desastre vive la joven Minami Hirano. Cada día va caminando al trabajo desde las chabolas en que vive con su madre, la única superviviente que le queda de su familia. Aunque esto no es exacto, también tiene a su hermano Asahi, pero éste vive en otra ciudad bajo el apellido Ishikawa pues fue adoptado por unos parientes para alejarlo de los efectos de la radiación.

El país de los cerezos (I)
Año 1987. Nanami Ishikawa es una niña que va a primaria en Tokio, juega al béisbol y es poco femenina para lo que le gustaría a su abuela. A diferencia de ella, su mejor amiga, Toko Tone, sí que cumple esa característica. Un día, tras un balonazo, Nanami se escabulle del entrenamiento y convence a Toko para que la acompañe al hospital donde está Nagio, su hermano pequeño, ingresado por asma.

El país de los cerezos (II)
Año 2005. Nanami está preocupada porque su padre últimamente parece hacer cosas raras como desaparecer dando paseos que duran hasta un par de días y la factura de teléfono del mes anterior ha salido disparada. Una noche decide seguirlo y por casualidad se reencuentra con Toko, a quien llevaba tiempo sin ver. Ambas deciden seguir al padre de Nanami, quien acaba viajando hasta Hiroshima.
 
Reseña

Este tomo es una pequeña joya, uno de esos imprescindibles que recomendaría siempre. Hacía tiempo que no le daba una relectura y aunque no ha tenido el impacto de la primera vez, sigue emocionando y haciendo reflexionar. Es una de esas contadas obras que gana en cada relectura.

Se trata de un tomo muy fino, apenas son unas 100 páginas en total, pero cuenta una historia muy bien estructurada en los tres capítulos que tiene. Quizás he escrito más de lo que debería en el argumento, pero aunque está bien narrado, puede llegar a ser algo confuso y necesitar un par de relecturas para atar los hilos que unen los tres momentos temporales. Por eso he preferido explicar de más que de menos para que sepáis cómo es la historia que se cuenta.

La masacre que supuso el lanzamiento, por parte de Estados Unidos, de las dos bombas atómicas no acabó con su explosión, como ya sabréis. Muchas obras se centran en el antes (el desarrollo de las bombas, la política militar, las grandes batallas...) y el inmediato después. De haber sido unas bombas normales, poderosas, pero normales, esto tendría todo el sentido. Sin embargo, el horror secundario de estas bombas estuvo en su radiación, que dejó marcada física, mental y sociológicamente a quienes sobrevivieron bajo el término hibakusha. Es en este legado cruel en el que se centra la autora. Quienes no murieron el mismo 6 de agosto o en los días posteriores no sólo debían enfrentar las secuelas físicas de quemaduras y heridas, también tenían el sentimiento de culpa de haber sobrevivido, en muchos casos dejando atrás a quienes no podían ayudar. A esto, que son secuelas habituales en supervivientes de catástrofes en general, se sumaba el miedo de no saber cuándo aparecerían enfermedades derivadas, o si sus hijos o hasta nietos llegarían a tener problemas de salud. Para complementar lo visto en este tomo os puedo recomendar el documental Atomic people. Por simple ley de vida, ya quedan pocos hibakusha, así que su testimonio es imprescindible para que nunca caiga en el olvido el horror de este tipo de bombas.

Por cercanía temporal y por verse las secuelas de la bomba de manera más cruda y directa, la primera historia es la más brutal de las tres, y eso que ahí ya han pasado 10 años de su estallido. Aparte, hay escenas en flashbacks de Minami del momento y son desgarradores. La autora ni siquiera necesita ser explícita. Con metáforas visuales y sin detallar nos hacemos una idea del horror. Esto hace que los dos capítulos siguientes contrasten mucho, casi parece que estamos leyendo otra obra, una que resulta hasta superficial e inconexa, pero todo acaba relacionado. Si sentís que no merecen tanto la pena estos dos capítulos, dadles una relectura pasado un tiempo, ataréis mejor todo lo que la autora pretende transmitir. A mí me pasó, pero con cada relectura he ido apreciando mejor los detalles que unen los tres momentos temporales.

Al final del tomo (supongo que también estará en la edición de Kodai) hay un epílogo de la autora. Fumiyo Kouno procede de Hiroshima y aunque estuvo en el Museo de la Memoria en su etapa universitaria, le había dado la espalda a lo sucedido como algo del pasado, se desvinculó. Con esta historia superó esa incomodidad para dar una lección al pueblo japonés que había seguido su vida olvidando todo lo posible lo vivido. Me parece un testimonio muy interesante por autocrítico para con ella misma y con su pueblo.

En definitiva, una pequeña joya que no debería faltar en vuestras estanterías. La autora hace un más que digno homenaje a quienes vivieron ese horror, en especial en las secuelas que han sufrido generaciones enteras. Dibujo sencillo, estilo cotidiano y un par de puntos de romance muy bonitos. Estos elementos que te ponen el corazón calentito contrastan con la tragedia narrada de una manera sutil, pero desgarradora.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Una mujer y la guerra, de Yoko Kondo

Este año se ha cumplido el 80º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial y me parece una fecha adecuada para hacer al menos un par de reseñas de obras relacionadas con ella. No sé cuántas serán al final, me gustaría que fuesen cuatro más, pero de momento aquí va la primera.

Una mujer y la guerra es un tomo único publicado por la editorial Gallo Nero en 2023. En los meses posteriores a la rendición japonesa de 1945, Ango Sakaguchi, autor provocador e inconformista, escribió dos relatos recopilados en una novela con este mismo título (en 2022 fue publicada por la editorial Satori). Cada relato ofrecía dos perspectivas distintas sobre la vida bajo las bombas: una masculina y otra femenina. En 2012, Yoko Kondo, mangaka cercana al círculo de la revista Garo, decide hacer una adaptación a manga entrelazando las dos historias en un único relato.

Argumento

«Deseo de todo corazón que llegue el día en que la ciudad quede envuelta en llamas.»

Una mujer exprostituta e incapaz de sentir placer comparte con su amante la exaltación erótica que le provoca el fuego y la destrucción en medio de las ruinas y los cuerpos carbonizados.

No es el amor lo que los une, sino el caos que los rodea. 

En medio de los bombardeos nocturnos sobre Tokio, la mujer oscila entre un intenso deseo de vivir y el miedo a morir en un Japón que llega a su fin: «El gran fuego que devora el mundo y todo lo reduce a cenizas es lo único que me satisface».

Reseña

Debo decir que lo más cercano a este tomo que he leído fue Elegía roja y no conecté con ese estilo nihilista y alternativo que me pareció que quería ser intenso y yo sólo vi absurdo, vacío e insufrible. Me temo que este segundo intento de probar algo similar ha dado un resultado sólo un poco mejor. No tan malo, pero lejos de ser algo con lo que pueda conectar o disfrutar.

En la obra se muestra el día a día de una pareja que vive soportando los bombardeos estadounidenses sobre Tokio poco antes de que éstos también lancen las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki y que los soviéticos derroten en Manchuria a los japoneses, llegando así a la rendición oficial de Japón. Hay aspectos interesantes como las menciones al racionamiento, al mercado negro o a los pantalones que las mujeres se debían poner o eran recriminadas por los oficiales. Hasta aquí, bien. Habría sido una historia interesante que podría haber dado mucho juego dramático y como testimonio de la guerra en Japón. El problema ha sido la pareja protagonista.

El pasado de exprostituta de la mujer ha hecho que sea incapaz de sentir placer con el sexo y parece que sólo disfruta con el fuego y los bombardeos. Mi explicación a esto es que quiere ver arder el mundo que la ha tratado como un objeto y la ha destrozado mentalmente. El problema es que esa idea tan potente en manos de una autora con un mínimo de conciencia feminista ni se ha plasmado de manera evidente ni la he percibido en la lectura aunque fuese sutilmente. Más me ha parecido que su pasado es una pobre excusa para el morbo y para meter desnudos y escenas sexuales cada pocas páginas, por mucho que sea con un estilo minimalista en que no se ve gran cosa. 


Con todo lo que supuso la Segunda Guerra Mundial, resulta chocante leer una historia en la que su protagonista no quiere que acabe. Le dan igual las muertes, el sufrimiento o la destrucción que ve a diario a su alrededor, así que a pesar de sus circunstancias nos pone difícil sentir empatía por ella dado su egoísmo. Si respondiese a algo profundo, tendría un pase, pero es que sólo percibo que le gusta el juego de luces del fuego y los bombardeos porque es lo único que paradójicamente la hace sentir viva. Desde luego es una historia con un enfoque que se aleja de lo que podemos encontrar. Lo malo es que dicha premisa no creo que esté bien plasmada. Aunque el manga sea obra de una mujer, se basa en una novela de un hombre y si de por sí el machismo en Japón en la actualidad sigue siendo horrible, pensemos en un autor masculino de mediados del S. XX. Lo que plasma como su idea de una mujer exprostituta (promiscua, adúltera, vive sólo para el sexo) me parece que está a medio camino entre la fantasía y el desprecio, algo que precisamente coincidiría con la perspectiva del protagonista masculino.

Por parte de él, no he terminado de tener claro si la acaba amando o no; si la desprecia por su pasado o si le da igual. De apostar, diría que la ama hasta cierto punto, pero no la respeta porque su pasado está manchado y ella está rota y es incapaz de amar normalmente. Se unieron por beneficio mutuo, ella se libraba de ser enviada a las fábricas y él obtenía una amante, una compañera y alguien que se encarga de ir a buscar alimentos mientras él trabaja de escritor (esto me sirve de "prueba" de lo que decía antes de relacionar al autor con su protagonista). Se entiende que es una situación temporal mientras dure la guerra y que después, si siguen vivos, él buscará a una mujer más digna como esposa. En definitiva, un hipócrita. 

Aparte de esta pareja existe un secundario, un viejo desagradable, lascivo y morboso que disfruta con las desgracias ajenas. Representa de maravilla lo peor del ser humano en semejantes circunstancias, eso no se puede negar.

La mayor baza de un manga es la potencia gráfica que tiene para mostrar los sentimientos o el terrible escenario que en este caso se tiene de fondo y me temo que este estilo cercano al gekiga es demasiado inexpresivo y plano para mi gusto.

En definitiva, Una mujer y la guerra es, sobre todo, la historia de una mujer rota en un país que se hunde, pero me temo que no plasma la intensidad que tiene esta idea. No hay nada positivo que sacar de su planteamiento nihilista y oscuro, algo que tiene sentido en un relato bélico, pero no tanto en una obra sobre personajes por mucho que su contexto sea el de guerra, no sé si me explico. Sin duda, es una historia diferente y no me arrepiento de haberle dado una lectura, pero solo eso, no será de las que conserve en mi memoria o estantería por el desagradable retrato que hace de sus protagonistas, así que tampoco iré por la novela, bastante ha sido esta adaptación.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

My cosmic monster, de Motteke

Juro que no ha sido a propósito, pero aquí estamos, reseñando una serie que podría ser un mix entre mis últimas dos reseñas: Mi chico lobo y Onegai teacher. Simplemente, vi los dos tomos en la estantería y para que no se quedase como una de mis eternas pendientes (mejor no hago recuento), me puse con ella. 

My cosmic monster se trata del único shôjo que ha hecho la autora hasta el momento. Salvo esta excepción, se ha dedicado por completo al BL (hay un gag muy bueno en la serie que tiene relación con esto). Además, fue su primera obra en superar el tomo único de extensión, lo cual no quita que haya dado una serie bastante buena.

Argumento

Tsubaki es una estudiante de secundaria que vive pendiente de estar mona todo el tiempo y tiene tanto éxito que no paran de declarársele chicos de su instituto, sean del curso que sean. Hasta el momento los ha rechazado a todos porque no termina de entender qué es eso de estar enamorada. Claro que su popularidad también le granjea la enemistad con otras chicas y, como no se atreve a enseñar a sus amigas su cara de enfado para que no dejen de pensar que es una chica adorable, debe gritar su frustración en soledad. 

Después de uno de esos momentos de desahogo ve lo que entiende que es un perrito algo raro en una caja con el mensaje "Por favor, adóptame". Le resulta tan adorable que finalmente se lo lleva a casa y lo lava mientras ella también se baña. Con el extraño animalito, Tsubaki se siente lo bastante relajada para confesarle lo que siente, que nadie la apreciará si no es mona. 

El momento de calma lo interrumpe abruptamente su hermana mayor, Mai, una obsesa del tema alienígena que dice que uno de sus cacharros ha detectado algo en el baño. Por raro que pueda ser un perro, está claro que éstos no flotan en el aire, que es justo lo que hace la criatura antes de transformarse en un chico de su edad, completamente humano y desnudo, que responde al nombre de Fuwa.

Reseña

Si en Mi chico lobo teníamos un shôjo sobre el romance entre una adolescente y un lobo que se transforma en humano, aquí cambiamos el lobo por un alien que de peluche achuchable (y que no se parece en nada a un perro, que la protagonista vaya al oculista o mire en internet las razas de perros que existen) se transforma en humano. Luego, en Onegai teacher tenemos los papeles cambiados y es ella la alienígena. Como decía, esta serie es casi un mix de ambas. En lo que coinciden las tres es en que el trasfondo fantástico está muy poco desarrollado, pero, aun así, ésta me ha parecido quizás la mejor llevada o la que le da un poco más de relevancia al tema.

La serie tiene un enfoque tirando más hacia el humor que al drama. No creo que dé para soltar carcajadas, pero resulta muy simpático y la sonrisa sí te la llega a sacar de manera constante. Ya que estamos, os recomiendo Cosmos shou e youkoso, una historia corta de Ai Morinaga que tiene una premisa muy parecida pero de humor mucho más bestia.

Una cosa que me ha sorprendido para bien de esta serie es el peso que tiene Mai, la hermana mayor de Tsubaki, en la historia. La relación entre ambas es mucho más relevante que la componente romántica buena parte de los dos tomos. Son muy diferentes, se adoran, pero es inevitable que en una edad tan compleja como es la adolescencia haya sentimientos complicados de entender y controlar. Me han parecido muy humanas y adorables.

Que la hermana se lleve tanto peso en el inicio de la serie hace que el romance realmente crezca poco a poco. Tsubaki tarda en enamorarse de Fuwa ya que es su forma de peluche y como mascota lo que le gusta de él. Como humano se convierte en un amigo algo irritante, pero confiable, por el que llegado cierto punto empieza a sentir algo más que ni ella comprende. Esto es coherente con lo que ella mismo dijo al principio, que aún no sabía lo que era estar enamorada. Así pues, cuando llegan los momentos emotivos, realmente los llegamos a sentir. Es muy tierno y cuqui todo. Me habría gustado ver algo más desde el punto de vista de él al respecto de cómo se desarrollan sus sentimientos, es la única pega que puedo poner a la parte romántica.

Resulta un poco triste que Tsubaki sólo se presente a los demás como chica mona, adorable y una santa. En realidad, es muy carismática, se pilla sus berrinches sin por ello dejar de ser una buena persona. Tiene su explicación durante la serie y es una buena construcción de personaje la que hace la autora con ella. Lo que parecía simplemente un punto de partida cómico tiene un tratamiento muy humano que no esperaba.

El punto más débil de la obra es su brevedad por cómo de abrupto es el final y todo lo que deja en el aire. Fuwa resulta ser un príncipe en su planeta, así que debe de volver, [destripe] pero una nueva avería en su nave le hace regresar y... ¿ya se queda para siempre? ¿No hay ningún conflicto con el rey? ¿Lo hay y no nos lo muestra? [fin del destripe]. Es un cierre en falso que o bien la autora no pudo culminar como tenía en mente por falta de espacio porque no le dejasen alargar la serie o bien se queda así tal cual por decisión propia de no calentarse la cabeza. Sea como sea, es un mal final. Y no sólo por el tema alienígena, sino porque durante la serie se vislumbran un par más de posibles parejas y la serie acaba sin saber qué sucede con ellas. Una pena porque ambas me parecían muy monas y habría querido ver el camino que seguían.

Algo en lo que me quiero detener es en el dibujo. La autora tiene un estilo un tanto de bocetos sin terminar de perfilar, lo que le da un punto de carácter propio. Además, tiende a rellenar mucho las viñetas y hay muchos bocadillos y textos fuera de éstos. La rotulación tuvo que ser una pesadilla y aquí se lleva mis dieces la persona que se encargó.

En definitiva, una serie simpática, mona, con algunos gags que son muy buenos y que nos pondrá la sonrisa en la cara mientras leemos una historia muy humana, a pesar de contar con alienígenas en el planteamiento. Una pena que tenga un final tan abrupto que deja demasiadas cosas importantes sin resolver.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Onegai Teacher, de Please! y Shizuru Hayashiya

Quienes lleven más de dos décadas en el mundillo del anime (ay, me siento vieja) seguro que reconocen este título que hoy reseño en su adaptación a manga. Me hice con los dos tomos que forman la serie vía mercadillo hace años, antes siquiera de abrirme el blog. Estos fueron publicados por Comics One, una editorial estadounidense que acabó desapareciendo a pesar de tener algunos títulos muy interesantes (empezaron el manga de Bride of Deimos y llegaron al séptimo tomo, ojalá poder echarles el guante aunque quedase incompleta). También llegaron a sacar la novela de esta serie y la de su secuela, Onegai Twins.  

Antes de empezar la reseña debo decir que cogí los tomos de la estantería pensando que eran unos firmes candidatos para wallapop. Una obra mítica y supongo que casi imposible de encontrar a día de hoy debería poder venderla por un buen pico. Recuerdo que me gustó mucho en su momento, pero con los años transcurridos esas impresiones seguramente serían diferentes. Pues bien, parece que me equivocaba. A pesar de sus defectos, que los tiene, me sigue dejando el corazón calentito. 

Argumento

Una noche, Kei Kusanagi ve en el lago lo que debe ser un avistamiento alienígena en forma de atractiva mujer que desciende sobre la superficie. Sobrecogido, no se queda mucho tiempo y sale corriendo del lugar. Claro, a la mañana siguiente sus amigos le notan cansado y bromean con él hasta que un compañero llega con la noticia bomba de que su tutor se retira y entra como sustitución Mizuho Kazami, una belleza que también les dará la asignatura de inglés.

Kei vive con sus tíos, que son médicos, y ese día después de clases le hacen un el chequeo. Durante la mañana sintió que iba a tener un ataque de "estancamiento", una enfermedad rara que produce un estado comatoso que llega a detener el crecimiento del cuerpo. En su caso, ha llegado a estar tres años en esa situación, por lo que no tiene los 15 años que comparten el resto de sus compañeros, sino que mentalmente tiene 18, aunque exteriormente no lo aparente. Finalmente parece haber sido falsa alarma y simplemente es cansancio.

Por el balcón ve que tienen nuevos vecinos y reconoce a Mizuho, que está en plena mudanza. Kei decide echarle una mano con las cajas, pero al verla con el pelo suelto reconoce a la alienígena de la noche anterior. A partir de ese momento, todo se descontrola y las vidas del joven y la bella alienígena cambian por completo.

Reseña

Sí, visto el argumento, lo cierto es que no se sabe muy bien por dónde coger la serie. Se trata de una muy extraña combinación de ciencia ficción con comedia romántica y toques de drama por la situación médica del protagonista. Es difícil pensar que se pueda meter esto en una coctelera y que salga algo decente. Más aún si nos ponemos a buscar imágenes, que la mayoría son puro fanservice de la protagonista. Sin embargo, salvando las distancias, me pasa algo similar con Full Metal Panic!, que siendo una combinación también imposible es una de mis historias favoritas de todos los tiempos. No llega a tanto este caso, pero me ha vuelto a tocar la fibra.

De las tres patas de la trama (la ci-fi, la romcom y el drama), son las dos últimas las más importantes para la serie. Todo el tema alienígena queda muy en el aire y salvo por el arranque y algo en el desenlace, no tiene prácticamente trascendencia. Hay tantas preguntas que se podrían lanzar y que quedan sin respuesta que ni las voy a enumerar.

El foco de la serie está en el romance que va creciendo de una manera muy tierna entre los protagonistas y cómo van superando las dificultades: el miedo inicial de ambos por el otro dado que él ve a una alienígena de intenciones desconocidas y ella teme que le eche a perder su misión; la relación que tienen como profesora y alumno con el riesgo de que otros descubran el pastel; los sentimientos de terceros; Maho, la hermana menor de Mizuho, rechazando su relación; y la enfermedad de Kei. Para la escasa duración de la obra, el desarrollo de ambos es bastante bueno y llega a resultar creíble aun con ese inicio tan extraño. Kei es un chico tímido y tranquilo que desea madurar y seguir creciendo física y mentalmente para ser el hombre que ella merece y Mizuho, que es la fantasía de cualquier adolescente, realmente tiene más fondo de lo que se podría esperar dada la premisa. La química entre ambos llega a ser muy bonita.

Normalmente, en los shôjos que he leído (por ejemplo: Faster than a kiss o Shibuya Love Hotel), lo que una se encuentra como amor prohibido es un profesor y una alumna, algo normal dado el target objetivo, así que es lógico que los papeles estén cambiados siendo esto un shonen. Ya lo he dicho en esas reseñas, es un tema espinoso en el que se romantiza una relación desigual, tanto por la diferencia de edad como por el desequilibrio de poder. Cada historia que lo toca tiene su enfoque y aquí la enfermedad del protagonista sirve como excusa para que legalmente no haya problemas y la diferencia de edad quede muy acortada. Sigue siendo problemático, pero bueno, es ficción y está bien llevado el desarrollo de la pareja.

En cuanto a la enfermedad de Kei, no deja de estar muy cogida con pinzas. En esta versión en inglés sale como "stagnation" cuya traducción más cercana creo que sería "estancamiento". Aunque se aplica para agua estancada, diría que vale para este contexto. A pesar de que no tiene ninguna base real, para el final de la serie queda explicado por qué le dio ese ataque que le detuvo tres años el tiempo. Se conecta con lo que sería un trastorno psicosomático (que me perdonen los médicos si meto la pata al usar este término) extremo derivado de un trauma pasado y al menos le da un punto de resultar plausible. Para el poco sentido que parecía tener todo, se llega a una respuesta decente, aunque quizás peca de un punto de exceso de melodrama en el final.

Por último, mencionar que el grupo de amigos de Kei tiene su peso en la historia como secundarios. Resulta de agradecer que entre ellos tengan sus propias historias y dinámicas, que las tres chicas no estén todas enamoradas de Kei, ni los dos chicos caigan prendados de Mizuho. Me parecen muy naturales y bonitos los sentimientos que nacen y se desarrollan en ellos. Además, la forma en que el protagonista lleva la confesión de una de sus amigas es sorprendentemente madura y realista.


Por el contrario, quien me sobra bastante en la serie es Maho, la hermana pequeña de Mizuho: irritante, histriónica y una psicópata en miniatura. Se intenta justificar su comportamiento con el amor por su hermana, pero no deja de ser una niña malcriada. Si el espacio que le dedican lo hubiese ocupado un compañero alienígena de Mizuho, un superior y/o posible pretendiente, la historia habría ganado por librarnos de la cría insufrible y por quizás tener algo más de contexto en lo relativo al ci-fi tan poco desarrollado que tiene la serie.

Como adaptación del anime, se nota que la historia ha quedado aquí más condensada. Con un tomo más que hubiese permitido un desarrollo algo más lento habría ganado mucho. Aunque tengo un vago recuerdo de su versión original, es algo inevitable siendo una serie de 12 capítulos. Si algún día lo vuelvo a ver me gustaría editar esta entrada y añadir algo más al respecto. 

En definitiva, una serie que sorprende para bien a pesar de su premisa. Es de estos casos en que las expectativas tiran tan a la baja que a poco que se superan, la obra queda en la memoria como una joya. No diría que tanto como eso, pues tiene sus problemas que empañan el conjunto, pero sí que resulta disfrutable. Podría haber dado más de sí en su parte de ci-fi y, aunque poco para lo que podría ser, el punto de fanservice de Mizuho me sobra. Con todo, es una serie tierna y con muy buen desarrollo.